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Se acuerdan de 'la casta'? Sí, sí, la casta... Como los flamantes eurodiputados que preparan las maletas para volar a Estrasburgo. De ahora en adelante, su vida será un infierno de idas y venidas en primera clase, sesiones, comisiones, comidas de trabajo y un largo ... etcétera de reuniones y enredos, por lo cual se les compensará con 7.853,18 euros mensuales netos. Se les asignarán, además, 4.950 euros al mes para gastos fijos y 350 en concepto de dietas de estancia por cada día que acudan al Parlamento. Los gastos de viaje les serán reembolsados. Si con 63 años están rendidos de tanto estrés, pueden jubilarse y se calculará su pensión según el tiempo de servicio: con una legislatura (un lustro de penoso servicio público) tienen derecho a percibir 1.736,16 euros cada mes, con cuatro legislaturas (veinte años) la pensión será de 7.052,63 euros mensuales (esta vez brutos, o sea, antes de impuestos). Vamos, como cualquiera.
Por estas cosas se les llamaba a los políticos 'la casta' allá por 2011 y años subsiguientes. Por eso y porque cualquiera no puede aspirar a cargos públicos y semiprivados: hay que ser hijo de alguien que no sea cualquiera, como los 'hijosdalgo' de la sociedad estamental, esa que naufragó en las revoluciones burguesas pero dejó un reflujo y una influencia. Si alguien menciona una casta refiriéndose a una sociedad de castas, nombra uno de sus componentes. Si alguien lo hace en una sociedad de clases, está denunciando que hay un grupo social cerrado donde no entra ni el aire, si es aire nuevo, y lo que se nos vende como aire nuevo está formado por los retoños destinados a la sucesión y al privilegio. Es una clase que se parece a una casta porque no tiene puertas de acceso, aunque sí puertas giratorias. Es una clase tan inmovilista y tan inmóvil que no se la compara a un 'estamento' (como los medievales): se evoca, en cambio, el sistema de castas, donde la pirámide social se construye con departamentos estancos. ¿Qué otro objeto pueden tener las listas cerradas en las papeletas de voto salvo proteger a la casta?
El historiador Peter Turchin nos explica en sus libros que a veces se produce en las sociedades humanas una «sobreproducción» de élites, de forma que no hay suficientes cargos para todas, o tienen intereses encontrados, y es de la lucha entre las élites de donde surgen guerras y revoluciones. La última guerra o guerrita a nuestro alrededor ha sido incruenta, pues una parte de las élites que querían entrar donde no les admitían hizo suyas las reivindicaciones del movimiento 15-M y entró, dando una patada en la puerta, a lomos del voto popular. Eran ellos quienes hablaban mucho de 'la casta' a través de todos los medios a su alcance. Por algo era. Ahora ya no se habla de la casta. Por algo será.
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