Entre las fórmulas que se usan para descalificar un argumento, un mensaje, un aviso, sin tener que pensar mucho y ganándose el instantáneo e irracional beneplácito de otras personas a quienes no gusta el argumento, mensaje o advertencia, está la del alarmismo (según la Real ... Academia de la Lengua y su Diccionario, «la tendencia a propagar rumores sobre peligros imaginarios o a exagerar los peligros reales»). Es usted un alarmista, eso es alarmismo, no hay que caer en el alarmismo. Esto se usa mucho en cuestiones medioambientales, que son siempre, de forma más o menos directa, cuestiones de salud pública. Así que muchos de los supuestos 'casos de alarmismo' no son tales, sino que resultan ser la información que se quiere desacreditar y los avisos que no se quieren oír.

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Cinco años llevan los científicos de la Estación Biológica de Doñana avisando de que las zonas de cultivo de arroz deben tratarse con larvicidas, como ya se hace en Italia y otros países europeos donde también han irrumpido las enfermedades tropicales transmitidas por mosquitos. La Junta de Andalucía no les ha hecho ni caso. Tampoco la Diputación de Sevilla ni los 13 ayuntamientos de las riberas del Guadalquivir. Es que los científicos son unos alarmistas. Ahora se han producido dos muertes, hay varios hospitalizados y un montón de gente con síntomas de fiebre del Nilo. Los mosquitos han alcanzado este año proporciones de plaga bíblica y la enfermedad transmitida por ellos tiene en pie de guerra a media cuenca del Guadalquivir. Sus habitantes están atemorizados y las autoridades no publican datos por miedo a alarmar. La alarma está cundiendo con los hechos, que son alarmantes; el aviso no lo era, era solo un aviso que, si se hubiera atendido, habría impedido la situación actual.

Así también otros científicos y la Organización Mundial de la Salud llevan décadas advirtiendo de las consecuencias del cambio climático en relación con la salud de las poblaciones. En concreto, este tema de las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue o el virus del Nilo, está bien estudiado, y los avisos han tenido la forma de frases similares a esta: si la temperatura global sigue subiendo, las enfermedades tropicales se expandirán más y más hacia zonas templadas (o que antes eran templadas). Los avisos tienen siempre una forma condicional: si se cumple esto, sucederá esto otro. En vez de procurar que la condición no se cumpla, muchos prefieren acusar al que avisa de alarmismo. Andalucía es una potencia turística, y conozco a muchas personas siempre dispuestas a cruzar la península de norte a sur para visitar un paisaje natural y cultural tan fascinante, tan diferente al suyo. A partir de ahora, un buen repelente de mosquitos habrá de ser un elemento imprescindible en su equipaje.

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