Sin entrar en valoraciones. Pero tiene pinta de tío duro. El típico canalla que quieres siempre en tu equipo. Aunque no te caiga bien. Puro nervio, ganador, triatleta, estoico, luchador.

Publicidad

A mí es que la gente auténtica me parece que, como mínimo, merece un respeto ... por serlo. Sin dobleces. Que si le pones delante un lío no le hace ascos. Que si le vienen mal dadas -y a él, en lo personal, le vinieron muy malas- no rehúye el desafío. Aunque acabe perdiendo. Porque entonces, va y se levanta. Y ojo, que vuelve con más peligro.

En la última tanda contra Suiza, yo le habría puesto a él a tirar uno de los penaltis. Es de esos tipos como Raúl García, Xavi, Ramos. Que ya solo con la mirada te ponen en tu sitio y han metido medio gol.

Supongo que además es de los que hacen equipo. De los que se ponen al frente a cacarear como gallo que es, pero para que no toquen a sus polluelos. Ni le toquen las narices. Porque lo que es cierto es que parece haber generado unidad en los equipos en los que ha estado. O al menos que los ha llevado mandando sin ambages, pero generando más lealtad que acatamiento, más respeto que sumisión. Que es lo que se espera de alguien que tiene que liderar.

Publicidad

No sé. Es de esos perfiles que me gustan. Perfiles canallas, de los que quieres a tu lado. Y quizá sea eso a lo que yo a veces aspire. A que cuando vengan épocas buenas, mi gente pueda apoyarse en quien quiera. Pero cuando vengan mal dadas, miren a su alrededor y me busquen. Y que puedan pensar -citando a Chris Nolan- que quizá no seas la persona que creían merecer… pero en ese momento, eres la persona que necesitan.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad