'El Juli', un torero admirado en Vista Alegre

Al año siguiente acudí a su finca recién estrenada en Olivenza. Recuerdo que en el camino íbamos cantando en el autobús un pasodoble en su honor compuesto por Pepe Extremadura. Fue un viaje divertidísimo al que íbamos todos muy ilusionados. Tentó unas vacas, comimos en su casa y nos sorprendió metiendo una vaca en el comedor. Allí todo eran risas, carreras, muchos subidos en las mesas, en definitiva un jolgorio.

Desde entonces ha venido todos los años a Bilbao, pero recuerdo especialmente la feria de 2001 cuando un toro de Guardiola le cogió en Málaga. Pocos días después acudió junto a su subalterno 'Sevillita' a una tienta en la ganadería de Fuente Ymbro. El Juli, con la cornada aún reciente, pidió un capote y, cuando dábamos por hecho que no vendría a Bilbao, llamó el ganadero diciendo «éste (en referencia al torero) la semana que viene está allí». Efectivamente El Juli vino y toreó una corrida de Victorino a la que cortó una oreja. Y al día siguiente una de Torre Alta que fue apoteósica ya que le partió el labio y a pesar de eso le cortó dos orejas. Desde entonces se hizo torero de Bilbao donde se le quiere y se le admira.

Es difícil que surja un maestro con tanto carisma, afición y conocimiento. Juli significa mucho para Bilbao y Bilbao también ha sido importante en su carrera. Esperamos que sea un 'hasta pronto' y que volvamos a verle en los ruedos porque la tauromaquia, en cualquiera de sus ámbitos, le necesita y él tiene mucho que aportar. Hasta que ese momento llegue le deseamos que disfrute de su familia, de sus aficiones y de la vida en general.