El Euromillones del viernes: comprobar resultados del 31 de enero

El cantante de 'country' Toby Keith le preguntó a Clint Eastwood que, a su muy provecta edad, cómo conservaba la energía y la ilusión para hacer nuevas películas, tanto dirigirlas como protagonizarlas. Clint le respondió que cada mañana al despertarse, cuando el viejo llamaba a ... su puerta mental para que le franqueara el paso, no le dejaba entrar. Con esa idea de 'no dejes entrar al viejo', Keith compuso la hermosa canción 'Don't Let the Old Man In', que sonaba en 'Mula', película que Eastwood interpretó y realizó en 2018, con 88 años. Después, en 2021, ya nonagenario, repitió el doblete en 'Cry Macho'. En esta última, que me pareció fallida, creo que exageraba: una cosa es mantener al viejo a raya y otra que resulte creíble que el personaje encarnado por él atraiga físicamente a la guapa cincuentona Natalia Traven.

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No obstante, inteligente y exacta metáfora la del veteranísimo (a ver quién se atreve a llamarlo viejo) Eastwood. Es difícil evitar que el viejo entre, que no se cuele por cualquier resquicio mal cerrado. Como al vampiro, tienes que darle permiso para que pueda pasar; pero, como el diablo, te susurra al oído y sabe cómo tentarte porque conoce muy bien todas tus debilidades socavadas por la edad. Es fácil ceder al desencanto, a la pereza, al desvanecimiento de las ilusiones, al cansancio y a la desidia. Si te descuidas, le darás la razón cuando te diga que para qué vas a llevar adelante esa idea o proyecto o que ya has escrito todo lo que tenías que escribir. Y, casi sin darte cuenta, ha entrado, está en ti, y le dejas que te calce las cómodas y feas zapatillas del abandono. Entonces, el viejo ha ganado la partida, en la que no hay posibilidad alguna de revancha, y comienza la decadencia de verdad.

Por muy bien que mantengas cerrada la puerta, lo que no puedes evitar es la consciencia de lo que eres en contraposición a lo que fuiste, pero puedes asimilarlo, mejor cuanto más rica haya sido tu vida, sin caer en una corrosiva añoranza. Caballero Bonald tiene un magistral poema sobre la vejez que es de una lucidez demoledora. Se titula 'Tiempo de los antídotos' y pertenece al volumen 'La noche sin paredes', que publicó a los 82 años. Resulta osado por mi parte entresacar unos versos de donde nada sobra. «La edad me ha ido dejando sin venenos, (…) Llega el tiempo ruin de los antídotos. (…) Ya solo quedan rastros de peligros, (…) Los años, ay de mí, me han desmentido».

Karmelo C. Iribarren, que es de mi quinta del 59, escribe al final de su poema 'Envejecer': «Se han llevado / la música a otra calle / pero sigues escuchándola. / Y eso es casi lo peor».

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