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El beso robado

El beso robado

Las instituciones han tardado demasiado en reaccionar al 'caso Rubiales'

Domingo, 27 de agosto 2023, 23:57

Es una greguería de Gómez de la Serna que hoy le costaría la censura de la cultura de la cancelación: «El primer beso fue un robo». Sin duda, el escritor novecentista no se refería al beso que Rubiales le rapiñó a Jenni Hermoso de la ... manera más aparatosa y forzada: encuadrándole la cara con las manazas para hacer diana. El adjetivo ordinal que precede al beso del que habla Gómez de la Serna indica que se refiere al que un novio o un amante de la época le da a la mujer con la que ha entablado una relación. Lo llama «primer beso» dando a entender que tras él vendrán otros no ya consentidos, sino deseados. Es verdad que en ese planteamiento apologético de la sustracción oscular o labial juega un papel importante la moral restrictiva de la época. Pero también lo contrario: el modo transgresor y lúdico de entender el sexo, el galanteo y el juego amoroso las clases más liberadas, hedonistas y desinhibidas. El talibanismo progresista que hoy reclama el consentimiento explícito del 'solo el sí es sí' debe de andar muy escaso de lecturas porque, de otra forma, sabría que gran parte de la literatura libertina, si no toda, de los siglos XVIII y XIX basa sus argumentos en una falsa y coqueta resistencia femenina al asalto sexual o, dicho de otra forma, en un 'no que no es no'.

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