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En 2013, dos días después de la muerte de Margaret Thatcher, la diputada Glenda Jackson lamentó en el Parlamento británico el «extraordinario daño humano» que el thatcherismo había provocado. «¡Qué vergüenza!». «¡Siéntate!», le gritaban desde los escaños. Barbara Lee, congresista estadounidense, advirtió tres días después ... del 11-S del peligro de convertirse en el mal que deploraban. Fue la única legisladora que se opuso a la guerra de Afganistán: 420 votos contra 1. En el Senado, Joe Biden votó a favor, claro. Lee, licenciada en Psicología y Trabajo Social psiquiátrico, dijo que no hay que tomar decisiones difíciles si sientes ira, miedo, dolor. Aunque la han seguido votando, Lee se convirtió en una apestada pública. Ahora todo el mundo quiere contar con ella en los medios. Entre las locuras de Ann Coulter (que también ha estado en contra de esa guerra) y la cautela de Lee está Joe Biden. Tony Blair no lo ha llamado imbécil, pero casi.
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