Que las comisiones de investigación en el Congreso son una farsa lo sabemos desde hace tiempo. Claro que si la mesa del Congreso burla al Tribunal Supremo en lo del diputado Alberto Rodríguez, tampoco extraña que en el poder legislativo les guste montar pequeños juicios ... paralelos a los verdaderos del poder judicial. Sirven estas comparecencias para lucimiento y ridículo de participantes. Recuerden el rifirrafe entre Aznar y Pablo Iglesias. El miércoles fueron Villarejo y Rufián los contendientes del circo parlamentario. A propósito de 'Kitchen', que está, como debe ser, en los juzgados. Villarejo, a quien la mascarilla sienta como una manzana en la boca, mordió gustoso el anzuelo de las hormonas femeninas inyectadas al rey Juan Carlos. Todo lo que el excomisario sabe sobre esas sus cloacas en las que chapoteaba y su relación con los gobiernos se desvanece con semejantes mamarrachadas propias de una película de Bond en los 70. Las mejores.

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