Cuando murió Benito Pérez Galdós, la prensa lo comparaba con Cervantes. Ahora que ha muerto Almudena Grandes se la compara con Galdós. Ella solía declarar su admiración por el maestro del realismo. Además las comparaciones no siempre son odiosas: a veces son esclarecedoras, elogiosas o ... inevitables. Ambos escritores han cifrado su grandeza en su amor a los pequeños y los olvidados. Han construido su obra sobre las pequeñas vidas que se entrelazan hasta sugerir un tamaño que no se puede abarcar.
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Galdós fue la cumbre española del realismo decimonónico. Se le comparó también mucho con Balzac. Se entrenó con la lectura de Dickens, cuya obra amaba minuciosamente. Más de un siglo después, la de Grandes no puede pertenecer ya al mismo realismo, como no pertenece a la misma realidad, ni habla a los lectores en el mismo idioma. Pero ella eligió la indagación en la realidad social e histórica como fuerza motriz de su trabajo, y los 'Episodios Nacionales' como modelo de su serie sobre la España del siglo XX, serie que dejó inacabada por muy poquito.
Para nosotros Galdós siempre estuvo oculto en esa parte del tiempo que no podemos ver salvo por sus rastros y sus testimonios. Pero Grandes estuvo ahí para un público creciente desde que apareció en el panorama literario con 'Las edades de Lulú'. Ha sido nuestra contemporánea, y su muerte una sorpresa salvo para sus allegados, así que nos ha dejado ese temblor de susto y aviso que libera la muerte cuando se lleva a alguien conocido de lejos (a su familia, a sus amigos, les ha dejado un ramo fúnebre de adelfa y cicuta).
Yo, que soy de la misma generación, siento esta advertencia muy próxima y oigo volar el tiempo y el azar sobre este día de otoño. El otoño está simbólico, como siempre, y está invernal en este año de 2021. No sabíamos a dónde llegaría Almudena cuando empezó su carrera literaria en 1989. Luego su talento, su empeño en escribir para una mayoría sin escribir aprisa y mal, han hecho grande su ambición como su apellido y su fama. Tristemente, hay escritores que reciben el reconocimiento y los elogios después de muertos (o sea, no los reciben). No ha sido el caso de Grandes. Así que su funeral, con su desfile de autoridades, celebridades y figuras varias, es ya un hito desde el que tomarle el pulso al mundo que lo rodea y retrocede. Abro 'Las tres bodas de Manolita' y leo las tres citas que la autora escogió para este momento (ella no lo sabía). Yo elijo dos. Una de Luis Cernuda en la que leemos: «Lo real para ti no es esa España obscena y deprimente / En la que regentea hoy la canalla / Sino esta España viva y siempre noble / Que Galdós ha creado» y otra de un poema de César Vallejo que contiene estas palabras: «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!».
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