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Algo se rompió dentro de Gene la segunda vez que vio a esa mujer. Había sido Gene Eliza Tierney hasta que Howard Hughes la vio en Broadway actuando y decidió que esa belleza tenía que ser suya y pide que la contraten en la 20th ... Century Fox con la intención, más que de convertirla en una estrella, de seducirla y unirla a su colección de trofeos. Lo primero ocurrió, lo segundo no. Estrena carrera con Fritz Lang, acumula éxitos bajo la mirada de otros grandes como John Ford o Josef von Sternberg. Se casa con el diseñador Oleg Cassini y de ahí nacerían dos hijas. La primera, Daría, nació con fuertes deficiencias mentales además de sorda y ciega. La segunda, Cristina, a pesar de los miedos de Gene durante el embarazo, nació completamente sana y normal.
Gene se dedicó a cuidar de Daría asumiendo sus problemas y usando su dinero para darle la mejor vida posible. Nada de esto habría supuesto un drama si no se hubiera reencontrado con aquella mujer.
Lo que no supo la primera vez que la vio, justo cuando le firmó aquel autógrafo y la despidió con dos cariñosos besos, era que aquella mujer había sido puesta en cuarentena porque había contraído la rubeola. Pero qué demonios, la tentación era demasiado grande. La mismísima Gene Tierney, su ídolo, iba a estar muy cerca de ella y no iba a dejar pasar esa posibilidad. Consiguió su autógrafo, sus dos besos, felicitó a Gene por su ya evidente embarazo de Daría y volvió a su casa a continuar su cuarentena que había roto «sólo un poquito y por una buena causa».
Si la historia se hubiera parado aquí, seguramente Gene habría seguido siendo feliz cuidando a Daría, pero Gene vio algunos años después de nuevo a aquella mujer. Y ella decidió descargarse de culpa contándole cómo se escapó del aislamiento porque necesitaba su autógrafo y cómo de mal se había sentido al ver de qué manera había llegado Daría al mundo. Y fue en ese momento cuando Gene se rompió. Descubrir aquello la llevó a un proceso autodestructivo en el que se culpaba de no haber sido cuidadosa durante el embarazo. Llegaron intentos de suicidio, ingresos en clínicas psiquiátricas y duras sesiones de 'electroshocks' que iban, poco a poco, vaciando su cerebro de contenido, del bueno, pero al menos también del malo, del que no quieres que te despierte en mitad de la noche haciéndote gritar.
En 1962 Agatha Christie publicó un libro que confesó estaba inspirado en la tragedia de Gene. El título en inglés es absolutamente definitivo. Parece un homenaje a aquel momento en que Gene se reencontró con esa mujer. El libro se llamó 'El espejo se rompió de lado a lado'.
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