
A veces, sientes que las cosas están tan mal como pensabas, pero no te lo quieres creer, dice Lutxo. Y puede que sea mejor así, ... le digo yo. Estamos ahí, sin más, en la terraza del Torino, él y yo. Como siempre, viendo pasar la vida. Un día se acaba agosto y acto seguido empieza septiembre. Y pronto, un día de estos, se acabará el verano y empezará el otoño, claro. Con sus más y sus menos. No obstante, Lutxo, viejo endriago reseco de los páramos, ¿a qué te refieres cuando dices que las cosas están tan mal? ¿Te refieres al asunto Feijóo o te refieres al asunto Rubiales. O al climático. O al bélico. O al turístico. O te refieres a todo?, le pregunto. Y me suelta: Yo qué sé, filosofaba en voz alta, nada más.
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Ahora bien, puestos a filosofar, a Rubiales, si aún hay alguien que le quiera, tendrían que explicarle el 'zeitgeist'. Porque, mira hombre, si no hueles el 'zeitgeist', si no eres capaz de percibirlo de algún modo, no puedes estar ahí arriba, ni aunque hayas hecho amigotes. Sencillamente por eso. Lo de Feijoo, sin embargo, Lutxín, viejo gnomo, qué quieres que te diga: es aún peor. Es luctuoso. Es casi trágico. En cuanto se proclamó vencedor le envié inmediatamente mis condolencias. Y aún no ha acabado lo suyo, claro. Aún le queda un largo camino, digo. ¿Qué camino?, me pregunta. El de la verdad, le digo yo. ¿No estábamos filosofando?
Con lo del clima, en cambio, va a haber que dejar de filosofar lo antes posible, me temo. Parece que la cosa va en serio. Confiemos en que el deterioro sea paulatino. Respecto a Putin yo ya no digo nada. Dicen que se ha comprado unos misiles nuevos que superan los 17.000 kilómetros de alcance y Moscú está a menos de 4.000 de Pamplona. Así que hablemos de otra cosa.
Hablemos del turismo, por ejemplo. Agosto es el horror. Ahora, no viajar en agosto es un lujo. Es cosa de privilegiados. Si puedes, lo evitas. A quienes se van de vacaciones en agosto habría que desearles suerte, porque ahí peligran todas las relaciones. Hay un neologismo: 'staycation'. Significa 'quedarse de vacaciones'. O sea, en vez de irse, quedarse en casa. Surgió con la pandemia, pero yo creo que, visto la clase de mundo que se avecina, la 'staycation' va a triunfar. Pueden triunfar cosas que no habías pensado. Como la bicicleta, por ejemplo. O la marihuana. Ya es legal en New York. Se huele por toda la ciudad, ¿no es fascinante? O el comer menos carne. O el hacer menos burradas de todo tipo.
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Me parece que vamos a tener que calmarnos un poco. Y creo que nos podría venir bien. Los expertos dicen que hay que desinflar el sistema, dice Lutxo. Por algo lo dirán, le digo yo.
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