Borrar

Sabiduría es satisfacer al ego con lo mínimo. Esa sería mi definición. Al ego hay que satisfacerlo. De acuerdo. No obstante, hacerlo con lo mínimo es lo sabio. Si no lo quieres ver, no lo ves, eso es lo malo. Pero si lo quieres ver, ... lo ves, esa es la verdad. Ahora bien, ya está aquí diciembre otra vez, ¿no es increíble? De pronto, se acaba el verano y enseguida llega diciembre, ¿no te parece gracioso y a la par un poco triste? Porque diciembre, claro, es el tiempo de las compras por excelencia. Y hay que volver a comprar cosas otra vez. La verdadera musiquilla navideña es el sonido de las máquinas registradoras. Que ahora es el ruidito de los nuevos aparatos de cobro. Con la tarjeta o con el móvil. Más que de una musiquilla, se trata del zumbido del sistema, Lutxo. Hay que comprar a la fuerza. Lo que sea. Los regalos y los oropeles, los adornos y las dádivas, la fantasía y el lujo adaptado a las posibilidades de cada cual, viejo amigo, le digo. Y me dice que a él le encanta ir de compras. Sin más. Que le relaja, eso dice.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Somos de traca