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Urgente Grandes retenciones en Rontegi, La Avanzada y el Txorierri por un accidente entre dos vehículos

La cuestión realmente difícil de imaginar es cómo sería ahora el País Vasco si ETA no hubiera existido nunca, claro. Pero ya sabemos que no sirve de nada hacer eso: todos arrimamos descaradamente la imaginación a nuestra sardina, Lutxo, le digo. Lo que está claro ... es que aquí, por hache o por be, gana siempre el PNV, contesta él. De modo que estamos un día más ahí, como solemos, en la terraza del Torino viendo pasar la vida, y le digo, honestamente: Así es, eso no se puede rebatir, viejo gnomo. Si esto es Euskadi, aquí manda el PNV. Y punto. No obstante, el País Vasco, visto desde fuera, visto desde Madrid, por ejemplo, tiene que tener su misterio. Yo creo que, si tú estás en Madrid y miras hacia el País Vasco, no te queda otro remedio que rascarte la cabeza, frotarte los ojos y admitir que en el País Vasco hay algo misterioso, le digo. Y me dice: ¿Qué quieres decir con esto de misterioso? Y le digo: Misterioso, Lutxo. Y ahí lo dejo. Sin más. Quédate con lo de misterioso, que resulta un calificativo sugerente e inspirador. Y claro, entonces él me echa una miradita de las suyas y me suelta: ¡Pero aquí misteriosos somos todos! En cualquier caso, y en previsión de que vuelvan a sonar más o menos melancólicamente, en los nuevos txistus, los viejos aires soberanistas, yo solo digo que no hay que olvidar nunca que el que siempre gana nunca pierde. Y que la paz social y la salud y educación públicas son prioritarias. Ahora bien, ¿que en el País Vasco hay algo misterioso? Por supuesto que lo hay. Eso no puede negarse de ninguna manera. No sería el País Vasco si no albergara algo misterioso. Como cualquier otro país, naturalmente.

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