Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La estupidez no es de ahora, por favor. Vamos a ver, ahora todos estamos convencidos de que la estupidez se está haciendo con el poder del mundo y nos preocupa mucho, es normal. Pero siempre ha sido así. Somos olvidadizos. Y no deberíamos serlo tanto. ... La estupidez forma parte de la naturaleza, Lutxo. ¿Somos racionales? Sí, claro que somos racionales. ¿Somos seres conscientes que anhelan el bien y la belleza? De acuerdo, por supuesto que sí. Pero ¿somos estúpidos? Pues también, no queda otro remedio que admitirlo: también lo somos. No lo podemos negar. La estupidez está incluida en la fórmula cuántica original. Es un elemento necesario. Tiene que serlo. Tendemos a pensar: algún día desaparecerá la estupidez y la humanidad será libre. Pero no. De eso, nada. Eso no pasará nunca. Ni aunque aguantáramos mil años más sobre el planeta; cosa que, a estas alturas, ya nadie cree, creo.
Con la estupidez solemos cometer una equivocación muy básica. Tendemos a creer que unas personas son inteligentes y otras son estúpidas, y eso es un error garrafal, Lutxo, viejo amigo. Estúpidos somos todos, sin excepción. Y tú, tanto como el que más, lo siento. No podemos pretender librarnos de la estupidez; eso ya de por sí es una estupidez. La llevamos incorporada en el ADN mitocondrial. Punto. Adán y Eva ya eran estúpidos. Y si es así, que lo es, eso solo puede querer decir una cosa: que la estupidez ya estaba presente en el Big Bang. No suena bien, lo sé, pero no pasa nada. De hecho, la estupidez, en sí misma, no es tan mala. Ejerce una función de frenado muy necesaria. Sobre todo, en las cuestas hacia abajo. Y algunas son muy pronunciadas. Sin la estupidez, tal vez nos hubiéramos estrellado hace tiempo.
No obstante, Lutxo, viejo amigo, lo de ahora es terrorífico. Me refiero a la estupidez contemporánea, claro. Hasta estoy empezando a pensar que tal vez no sea una constante matemática. O sea, que vaya a más. Porque parece que, a medida que avanzamos y en función a la velocidad que vamos cogiendo, la estupidez crece de un modo exponencial. Cada vez más deprisa. Esta es la hipótesis descabellada de hoy, supongo. No obstante, he visto a Elon Musk besando en los labios a un androide que tenía la forma y el aspecto de una chica encantadora. Puede que fuera una imagen falsa, claro, pero yo me la he creído. Imagínate al Elon Musk de dentro de cien años, Lutxo, le digo. Y me suelta: por suerte, yo no estaré ahí para verlo. Y tiene razón, de acuerdo. Sin embargo, tal como van las cosas, le contesto, la estupidez del futuro tendrá que ser digna de verse; no me digas que no, viejo gnomo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.