Que sea para bien

Puede que sea noviembre, lo digo por la luz. No obstante, ayer se me apareció Friedrich Nietzsche, Lutxo, viejo amigo. En mi propia casa. Estaba ... sentado en una silla de la cocina con un té negro. Y era un Nietzsche viejo, como yo. Con el enorme bigote ya completamente blanco. Me dijo que el ser humano es algo que debe ser superado. Y le dije: vale, sí, eso ya lo sabemos. Ahora bien, si los seres humanos nos denominamos 'sapiens sapiens' a nosotros mismos, imagínate cómo se autodenominarán los que vengan después. En cualquier caso, nosotros no somos ellos. Puede que seamos sus ancestros, nada más. De hecho, me pregunto si cuando esos hombres del futuro se acuerden de nosotros pensarán que éramos unos estúpidos insensatos o les resultaremos entrañables al modo en que a nosotros nos pueden resultar entrañables los 'australopithecus afarensis.' Pero bueno, tampoco es que me importe. Yo preferiría no volverme loco con ese tema.