Borrar
Adobe Stock
Aún no
Opinión

Aún no

Puede que los jueces acaben por leer el pensamiento ajeno y desdeñen las pruebas

Martes, 3 de septiembre 2024, 00:01

«Parole, parole, parole…». Lutxo, ¿te acuerdas de aquella triste canción? Dalida y Alain Delon cantando a dúo, qué guapos eran. Ya los dos muertos, qué pena. Pero esa canción la cantaron también Mina y Adriano Celentano en plan gracioso, qué risa: Celentano fumando y ... gesticulando a la italiana. Esos todavía siguen vivos, creo. Qué tiempos. Pero sí, esa es la cuestión: palabras, palabras y palabras. Hay que ver la que hemos montado con las palabras. Convenio, concierto, acuerdo, qué más da. Pacto, negociación, ajuste, solidaridad, ¿qué demonios? ¿Es un convenio o es un concierto? Pues lo que tú quieras, Lutxo, no sé si me explico. O lo que quiera el juez, claro. Depende del juez. Porque ahora, Lutxo, los jueces mandan mucho. Perdón por la rima indeliberada. Pero ahora, digo, al parecer, un juez puede llegar a determinar que cada silencio tiene un significado. Es decir, que se podría intentar averiguar de algún modo el contenido de ese silencio, ¿no es maravilloso?

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Aún no