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Como decía Bruce Willis en alguna de aquellas películas de serie B que solía protagonizar, «el trabajo sucio hay que hacerlo limpiamente». ¿Quién no entiende eso? Hasta los niños de 10 años lo entienden. Porque el trabajo sucio existe, claro. Nos guste o no. Y, ... por supuesto, alguien tiene que hacerlo. Sí, eso también lo entiende todo el mundo: estamos hartos de verlo en el cine. «Alguien tenía que hacerlo», comenta al final en tono jocoso el Willis granuja cuando todo ha salido «bien». Pero ese alguien no puede ser cualquier maromo. No puedes fichar a Pepe Gotera y Otilio y esperar que todo vaya sobre ruedas. De la misma manera que la mafia italoamericana de la costa este se inspiraba en 'Los Soprano' y hasta imitaba su estilo y forma de vestir, las cloacas del PP deberían buscarse un Bruce Willis o un George Clooney: modelos de éxito a los que imitar.
Aquí, por desgracia, todos son Bárcenas y Villarejos, gente que dice invertir en arte y tal, pero cutres, en el fondo; tipos burdos que tampoco se andaban con demasiadas cautelas porque probablemente se sentían impunes. Cuando los pillan se sorprenden y cuando los imputan amenazan con cantar 'La Traviata'. Es lo que ha hecho ahora Francisco Martínez (la mano derecha del exministro Fernández Díaz) al sentir que el partido lo ha abandonado a su suerte. Al parecer, está que trina. Y no le faltan motivos. Yo siempre fui leal, alega. Pero lo primero que hizo al verse solo es irse a un notario para que levantara acta de todo lo que tenía grabado en el móvil. Antes de que le desapareciera, claro. Qué tropa. El thriller de espías en este país el del género cómico. Pero no de comedia fina, sino de sal gorda.
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