La noticia no es que no se presente, la noticia vendrá cuando se presente. La ministra del extraño prestigio, digo. Dos semanas después de presentar su cuaderno Rubio, reconoce que no está para ir a municipales o autonómicas. Lo suyo sigue siendo una entelequia con ... mucha publicidad. Pregúntenme, pero Sumar no está para salir. Como cuando quisieron sacar a la Virgen de la Fuensanta para que lloviera y el obispo dijo: «Sáquenla, pero no está para llover». Al menos hasta las generales. O sea, finales de 2023. Asegura no estar para politiqueos. Ya saben, a su vuelta de EE UU se ha encontrado una pelirroja en lugar de uno de sus comunistas de confianza. Dice que Sumar «no es un proyecto electoral, sino un proyecto para un país que está pensando en el siglo XXI, y la situación ha cambiado mucho». No sé si Díaz se siente como yo cuando las abuelas y las tías abuelas me preguntaban si tenía novio. Ni si se va a quedar para vestir santos, como yo.

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