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Quizá los Juegos Olímpicos de 1992 fueron los momentos más felices de Barcelona en todo el siglo XX. En la memoria histórica quedan el hechizo del encendido del pebetero y las canciones 'Barcelona' -de Freddie Mercury (nacido en Zanzíbar) para Montserrat Caballé- y 'Amigos para ... siempre', escrita para la ocasión por dos compositores británicos. Transmitían esperanza e ilusión por unir lo mejor de todos.

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elcorreo ¿Enemigos para siempre?