

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Lo de las tierras raras me tiene a mal traer, no solo porque Trump haya puesto sus ojos sobre ellas, sino por ese cambio súbito ... de la morfología de los tesoros. Ya me llamaba la atención que los Reyes Magos de Oriente viajaran en el camello portando aquellas misteriosas urnas con oro, incienso y mirra. No había duda sobre el oro, y en cuanto al incienso, suponíamos que el botafumeiro compostelano consumía una gran cantidad. Era la mirra, una resina enigmática, con un aroma preciso, la más desconocida. Los tesoros, esas materias que los inversores buscan para acumular riqueza, han ido cambiando.
La crisis de 1929, con su viernes negro y su martes peor, dejó un desastre en la economía de tal calibre que hubo que esperar años a que el equilibrio regresara al mercado. En 2008 la crisis financiera conocida por aquellos bonos hipotecarios semejantes a palomitas de maíz provocó la caída de muchos bancos y afectó a la economía global. Esta semana, la inestabilidad azotaba los mercados, los que tenían unos ahorros se volvían locos no sabiendo qué hacer con su pequeño capital, mientras los inversores, que ya tienen callo, se refugiaban en el oro. Desde que Trump se ha puesto a alborotar el avispero hemos aprendido que los tesoros tienen relación con la tecnología y con los minerales escasos, necesarios y con nombres desconocidos para los de a pie. Alguien decía, en estas tertulias de café y soledad, que Elon Musk exploraba el espacio con la única intención de descubrir tierras raras, minerales de esos capaces de hacer milagros. Todo puede ser en este mundo tan mal repartido, donde la Luna ya no será el espejo de los enamorados, sino un planeta donde invertir.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.