Lo de menos es si los miembros del partido Podemos afirman que Cuba es una dictadura o no. Después de haber aguantado tanto despropósito por parte de esta izquierda viejuna y trasnochada, no necesitamos que confiesen ante los micrófonos la catadura moral de sus admiradas ... dictaduras. Pero la verdad es que Cuba duele, o mejor dicho los cubanos duelen con esa vida dilapidada haciendo colas para obtener un kilo de lentejas. Duelen los boleros dignos, el puterío como recurso y el son certero del ritmo de la isla… Duele.

Publicidad

Sin que sirva de precedente, entiendo a Sánchez cuando dice que no es una democracia y se detiene ahí. Nadar y guardar la ropa es una materia que deben aprobar los elegidos, y si pidiéramos a los políticos que se inmolaran en los telediarios, no tendríamos a quién sacarle los colores. El asunto es que Cuba duele. Sánchez, que, como ha dejado claro, valora la juventud como un patrimonio ejemplar, desprecia y deprecia a los que tienen los años suficientes como para saber cómo se han criado los cubanos que han salido estos días a por la vida que les han robado.

A los miembros de este Gobierno de coalición les falta memoria para recordar el éxodo de Mariel, que se produjo en 1980 cuando un autobús lleno de cubanos llegó a la residencia de la Embajada de Perú y pidió asilo. Fidel se enfadó a su manera, e hizo una llamada diciendo que todos los cubanos que quisieran irse se fueran. Para ello habilitó el puerto de Mariel y 125.000 cubanos salieron en los barcos de sus compatriotas establecidos en Miami, hasta que Fidel cerró el puerto diciendo que ya habían salido todos los indeseables de su isla.

El líder de la Revolución cubana allá por 1959 estableció un sistema totalitario sazonado de utopías. Entonces el lema era 'Patria o muerte venceremos'. Y fue la muerte la que encontraron los balseros que en 1994 se lanzaron al mar con balsas de fabricación casera desafiando las olas y los tiburones para alcanzar la costa de Florida, la costa de la otra Cuba. Que yo sepa, no ha habido elecciones libres. Pero en 2015 de nuevo se lanzaron al mar y llegaron a la costa más de 45.000 cubanos de los que ya no se acuerda nadie, más los que se quedaron en los arrecifes.

Publicidad

La Cuba de Podemos o del Partido Comunista ha lanzado a los defensores de la Revolución con palos e impunidad y bloqueado Internet para que las redes sociales no puedan retransmitir lo que sucede. Los jóvenes cubanos de hoy no quieren irse, quieren patria y vida en su Cuba natal. Y por eso duele verlos jugarse la vida gritando en las calles mientras los que debieran hablar guardan silencio.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad