Y no va la Obregón y a los 68 decide tener un hijo... Me canso solo de escribirlo. Ahora se abre el debate de lo de la gestación subrogada. Y me ha hecho hasta ilusión que haya debate. El relativismo nos ha hecho pensar que ... todo está bien si a uno no le parece mal. Todo es, por tanto, relativo. Salvo que colisione con los derechos de otra persona (lo cual es también algo indeterminado). Así que el mero hecho de que haya debate me llena con la esperanza de que la gente aún piensa.

Publicidad

Porque los defensores del relativismo primero dicen que algo está bien y luego piensan en las razones por las cuales defender su propuesta. «No hace daño a nadie». «Es su vida». «Mientras a ellos le parezca bien tener una relación poliamorosa unicornial, pues oye…».

Yo no juzgo a nadie. Pero no soy relativista. Creo que existen cosas que están bien y cosas que no lo están. Por naturaleza. Es decir, que sí existe 'una verdad sobre las cosas más esenciales', que son muy pocas, por cierto.

Cierto que no veo muy claro lo del vientre de alquiler, de la misma manera que no alquilaría mi brazo derecho. Pero dicho esto, lo que jamás haría sería juzgar a la señora Obregón. Una mujer que ha sufrido la muerte de un hijo, además… Ya decía Platón que había que respetar a todos, porque cada uno libra su batalla interna que nos es desconocida. Si ha querido tener un hijo-nieto a estas alturas, pues mucho ánimo, Ana, y que nadie te juzgue. Porque el problema del relativismo es que ha confundido el no juzgar a las personas (que es lo correcto, pero luego no cumple) con no juzgar los actos. Y no juzgar los actos es tanto como decir que no existe la verdad. Y eso… es sencillamente mentira.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad