El grito de Dios

Fue Reverte quien dijo que conocer la Historia da la lucidez para no repetir sus errores. Todo esto ocurrió antes de ayer. ¿Puede pasar de nuevo? Aquella fue una guerra de verdad, de cuerpo a cuerpo. De las que a Churchill u homólogos les dolería (espero) enviar a sus hijos a morir. Ahora, con las bombas nucleares (se dilucida muy bien en la película de 'Oppenheimer') la guerra ha cambiado. Y basta presionar un botón para que el mundo conozca la 3º Guerra Mundial. Una mala tarde por parte de un líder político.

Ver Omaha Beach con la gente al sol, entre bullicios y algazaras, da la sensación de estar profanando un lugar sagrado. Un lugar que siempre merecería un irrecusable memento a lo que ocurrió. Nosotros, disfrutando de una paz que otros murieron por lograrnos. Somos unos afortunados: no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Decía CS Lewis que a veces el dolor es el grito de Dios al mundo para que despierte. Para que valore lo que de verdad importa. Solo espero que no le hagamos gritar tan alto de nuevo.