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Urgente Retenciones en el Txorierri por la avería de un camión

Estos días me desborda el trabajo. Y eso, con los hijos de vacaciones, se convierte en un circo de ocho pistas donde te crecen los enanos, pillas a la mujer barbuda afeitándose y tus payasos se tornan en poetas deprimidos.

Mis hijos me miran a ... los pies de mi mesa de trabajo, como perrillos a la espera de que caiga alguna migaja de pan. Alguna migaja de mi tiempo. Eso me hace sentirme decaído. Pero es ahí cuando la familia aparece para levantarme. Porque como dijo Saulo, en mi debilidad encuentro la fortaleza. En este momento, mi hermano está con seis niños en el cine (y no precisamente viendo una buena). Él allí, mientras yo tecleo. Siento vergüenza y orgullo. Porque no llego donde mis hermanos, mis cuñados, mi mujer o mi familia han de llegar por mí.

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elcorreo No soy un buen tío