CLOACAS

En el programa diario de Cuatro (que rivaliza en audiencia con 'Zapeando') tienen como musa a Cayetana Álvarez de Toledo. Musa inversa, claro. Que la superioridad moral no les permitiría otra cosa. También tienen una bandera con su cara que izan en el plató. Aprovechando que la diputada del PP era una de las presentadoras de 'Barcelona. La ciudad que fue', libro de Federico Jiménez Losantos que La esfera acaba de reeditar, los colaboradores de 'Todo es mentira' (salvo Risto) se fueron al hotel Wellington. Un hotel madrileño tradicional de toreros, como el Reina Victoria. La torera era Cayetana (casi Conchita Cintrón) y los morlacos, los chistosos del programa, que pretendían que les firmase la bandera. Pero ni les habló. Sí lo hicieron Teodoro García Egea o Isabel Díaz Ayuso. Hasta Federico. Eso sí, para decirles que blanquean la dictadura que se vive en Cataluña.

Ante el fracaso con la musa, Miguel Lago decidió poner la bandera a media asta. «Como cuando muere alguien, que estuvo ahí, ahí». Una gracia sin gracia. Explicación de la frase. Santiago Trancón, otro de los presentadores, tuvo que ser atendido médicamente y trasladado en ambulancia al hospital. Y el acto se dio por terminado (cuando Cayetana acababa de empezar a hablar y Federico ni lo había hecho).

Nada nuevo hacen en 'Todo es mentira' con este tipo de acoso. También lo han practicado en 'El intermedio'. Sólo hay que acordarse de Gonzo (el sustituto de Jordi Évole en 'Salvados') y de Hermann Tertsch. Y, desde luego, de Pablo Carbonell con Esperanza Aguirre en 'Caiga quien caiga', que la convirtió en filón cómico. Ella lo aprovechó para promocionarse. Ganaron los dos. Unos con la novedad; Aguirre, con la proyección. Hoy no gana nadie. Y menos, el espectador.