Urgente Grandes retenciones en la A-8, el Txorierri y la Avanzada, sentido Cantabria, por la avería de un camión

No amaina el lío de la carne y la situación es preocupante. Yo calculo que ya habrá gente que se sienta a comer y en el plato, en lugar de un filete, ve directamente a España. De modo que esa pobre gente procede a zamparse ... la cuestión nacional, probablemente entre lágrimas, como se comía Homer a su langosta 'Tenacitas', solo que esta vez alternando la valoración gastronómica ('bocatto di cardinale') con el lamento noventayochista («vieja y tahúr, zaragatera y triste»).

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Sorprendentemente, el ministro de Consumo está satisfecho con su actuación. Insiste con modestia en que sus declaraciones no fueron polémicas, sino «impecables». Y añade que se convertirán pronto en «línea de trabajo de todos los países occidentales». También dice que sus adversarios son «negacionistas de las macrogranjas». Hay sin duda por ahí un 'spin doctor' tomando mucho café. Y parece tener dieciséis años. Aceptando que, además de a la impecabilidad y a los países occidentales, el ministro tiene también de su lado a «La Ciencia» -lo garantizó ayer Yolanda Díaz, imagino que después de que le publicasen la afirmación en 'The Lancet'-, sorprende que el ministro parezca querer evitar por todos los medios comparecer en el Parlamento. Allí podría exponer sus argumentos científicos y occidentales y desmontar con facilidad los de sus rivales negacionistas. Sin embargo, en vez de ir al Parlamento, Garzón llama para que vayan a hacerle una entrevista suavecita en un programa de humor político.

Mientras tanto, la oposición ha olido sangre y va en plan 'hooligan' a por la pieza mayor, el presidente, que en su opinión debería cesar al ministro y no limitarse a humillarlo como hasta ahora, constantemente. Yolanda Díaz dejó ayer claro que lo del cese sería «surrealista». Pues es así como un debate sobre modelos de ganadería queda desactivado en el terreno impracticable de la metapolítica. Ese es el fracaso último de Garzón, que no entiende que su trabajo como ministro no consiste en denunciar, sino en transformar. Huir después, tras los destrozos, aludiendo a conspiraciones y bulos solo provoca ternura. Y que alguien te diga lo de 'El Gallo' a la locomotora famosa: «Esos huevos con los bulos y la posverdad, en el 'procés', Garzón, en el 'procés'».

DJOKOVIC

Algunos errores

Djokovic matiza, pide calma, da explicaciones. Es que de pronto hay por ahí un positivo en covid y encuentros con gente, algo que a un deportista de su nivel igual no le es fácil de explicar ante una entidad moral superior: los patrocinadores. He estado buscando en el Nuevo Testamento el pasaje en el que Jesús le explica a Poncio Pilato que eso del Mesías es cosa de su agente, que se lió con el papeleo. No lo he encontrado. Estará en los Evangelios apócrifos. También he vuelto a ver 'Espartaco' porque no recordaba que Kirk Douglas se ausentase de la batalla del río Silario para atender un compromiso con un periodista de 'L' Equipe'. No he dado con la escena, pero viendo a Djokovic, imagino que, al comprobar que en su ausencia todos sus compañeros han sido crucificados en la Vía Apia, Espartaco mira a cámara y junta las manos haciendo con los deditos uno de esos corazones: «Vivimos tiempos desafiantes, estos errores pueden ocurrir».

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LOTERÍAS

Repartido

Un sorteo de Euromillones y el segundo premio del Gordo hacen que el País Vasco ingrese en 2021 la cifra récord de 60 millones. Me refiero a las Haciendas vascas, que desde 2013 gestionan el impuesto de juego y transforman la fortuna ajena en presupuesto. Tras cada gran sorteo, habría que estudiar mejor las imágenes de euforia en la puerta de la administración. De todos los agraciados enfebrecidos, el que va con traje y pega unos saltos tremendos, el que se vuelca el champán sobre la cabeza, ese, justo ese, es el diputado foral de Hacienda.

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