Boris del Caribe

¿En serio puede estar el Reino Unido tan chiflado como para recuperar a Boris Johnson? Por supuesto que sí. Aunque no parece probable. El problema es que otra cosa que no nos parecía probable era el Brexit. En cualquier caso, el favorito a suceder a Liz Truss es el exministro de Economía Rishi Sunak, que aún no se ha presentado y suena como una opción medio sensata. Ayer sí presentó su candidatura Penny Mourdaunt, exministra de Defensa y exparticipante en el concurso ese en el que los famosos saltan desde un trampolín. Siguiendo con chapuzones, no deja de ser significativo que, para traer de vuelta a Boris Johnson a Downing Street, haya que traerlo primero de vuelta de República Dominicana. Estaba allí el líder providencial de vacaciones y ayer debió de coger un avión. Al informar de que Johnson llevaba más de una semana descansando en el Caribe, algún periódico inglés se ha visto obligado a añadir un poco más de información: «Se cree que esta vez el viaje sí se lo ha pagado él mismo».

Podemos no entra en negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Simplemente exige que salga su candidata, Victoria Rosell, un poco por todo lo que ha sufrido con la persecución del juez Alba y otro poco porque es la mejor jueza de España. Son argumentos técnicos, incontestables. Se trata de otra jugada al 'espacio' ese que tiene según se dice Yolanda Díaz. Pero es también una postura coherente. Podemos dice: nos estamos repartiendo los vocales del CGPJ, pues aquí están los míos, elegid vosotros los vuestros y listo. En realidad, lo escandaloso es que Feijóo se escandalice ahora porque Rosell -jueza, exdiputada de Podemos y actual delegada del Gobierno contra la violencia de género- no cumple un supuesto requisito de despolitización de la Justicia. En realidad, lo que no cumple es el requisito acordado al parecer por PP y PSOE del subterfugio. Nos lo repartimos como siempre, pero disimulando.

Mi pregunta favorita del Sociómetro vasco es la de «actitud ante la independencia». 24% de acuerdo en el último estudio. 40% en desacuerdo. Y un 6% ni sabe ni contesta. Sí, lo sé, faltan un 30% de vascos. Según el Sociómetro faltan aún más, un 31%, y «estarían o no de acuerdo según las circunstancias». Son los vascos sabios. Según las circunstancias, puede estar a favor de la independencia uno de Vox y en contra uno de Bildu. Lo extraño es que el Sociómetro no lo pregunte todo así. ¿Cómo valora al lehendakari? Hombre, ¡según las circunstancias!