Armonizar el decalaje

¿Y cómo se arregla el desastre después de que el Senado apruebe una ley sin leer bien el proyecto y dejándose llevar por la inercia de la mayoría gubernamental? Quizá se le ocurra que habría que asaltar la Cámara Alta e instaurar allí alguna clase de Comité de Salvación Pública liderado por usted mismo. Es otro error. La ministra Darias explicó ayer lo que hay que hacer ahora: «Homogeneizar, armonizar y contextualizar». Creo que voy a pedir que me dejen unirme a esas ruedas de prensa por Zoom en las que se interroga a los ministros. Los compañeros se dejan a veces la pregunta clave sin hacer. La de ayer yo la habría hecho hablando muy despacio y entre largos silencios, fumando mucho, como Jesús Quintero: «Ministra… ¿qué es antes… la homogeneización... o la contextualización... del 'décalage'?».

Lo mejor es que el año pasado ya vivimos un verano pandémico y no pareció haber mayor problema en que la gente tomase el sol sin mascarilla mientras permaneciese en la silla o la toalla y a cierta distancia del prójimo. Montar un lío ahora con esto hace pensar en la hipótesis alucinada de que andamos escasos de líos. Al mismo tiempo, comprobar el detalle con el que se revisan los papeles en las altas instancias produce una enorme tranquilidad. Pero que alguien haga océanos de café y se ponga a repasar lo de los fondos europeos, por favor. Con las gafas puestas. Y mucho subrayador.

Grande Marlaska cesó en mayo al comandante Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid. «Es el proceso natural de sustitución fomentado o basado en la confianza», explicó el ministro muy claramente. La oposición entendió en cambio que a Pérez de los Cobos lo depuraban por no informar a Marlaska de las investigaciones judiciales sobre el 8-M. El Gobierno definió eso como «un marco conspiranoide». Por supuesto, lo más reseñable del episodio fue la generación espontánea del mejor nombre posible para un grupo de la Movida: Marlaska y los Conspiranoides. Sin embargo, ya saben cómo son las cosas del poder. Esa gente nunca se queda con lo bueno y deja pasar lo malo. Así que la Audiencia Nacional avala ahora la tesis de la purga y anula el cese de Pérez de los Cobos. La oposición pide la dimisión del ministro como si pidiese las dos orejas. Agitan la sentencia en vez del pañuelo.

Juan Carlos Monedero le reconoció ayer al juez del 'caso Neurona' que pudo hacer mal una factura al no ser él experto en esas cosas. Pues tiene razón. Hay en el mundo gente bohemia, soñadores, poetas, incapaces de entender los misterios del dinero, la burocracia y la fiscalidad. Lo raro es que esos locos maravillosos se dediquen, como Monedero, a asesorar al Banco Central Europeo o a explicarles a países sudamericanos cómo implantar una moneda única. Sin saber hacer una factura, digo yo que ya hay que echarle morro a esas consultorías.