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Ninguna de las capitales vascas ha tenido una alcaldesa en democracia. Igual es un vago consuelo, pero a nadie le extrañaría hoy que la tuviese. Una mujer gobierna Barcelona y hasta hace poco otra lo hacía en Madrid. En el Ayuntamiento de Bilbao, todos los ... grupos de la oposición tienen una mujer como portavoz. Sucede lo mismo en la Diputación. Solo el PNV presentó un candidato masculino en las últimas forales. En los debates, Unai Rementeria se dirigía a sus oponentes por su nombre de pila. Ellas preferían llamarle «señor Rementeria» o «diputado general». Hacían bien.
En Bizkaia hay 1.235 cargos electos municipales. 579 son mujeres. Ese 46,13% incluye a ediles y alcaldesas de pueblos pequeños, pero también a Amaia del Campo, que gobierna Barakaldo, y a Amaia Aguirre, alcaldesa de Getxo. Hace unos años las «mujeres electas» de Euskadi organizaron con Eudel y Emakunde una red llamada 'Virginia Woolf Basqueskola' destinada al apoyo mutuo y a ganar peso en la política vasca. Ayer se presentó en Getxo la estrategia para este mandato. Recordando a Virginia Woolf, Amaia Aguirre habló de «construir juntas, como mujeres electas, nuestra habitación propia en esta etapa de los Ayuntamientos. Tenemos que aliarnos para ser más influyentes».
Dejando a un lado que Virginia Woolf es alguien a quien basta leer para entender que su inteligencia merece más respeto que 'basqueskolas', el propósito manifestado por Aguirre es llamativo. Consiste en que las políticas alcancen cierta sintonía transversal, «una agenda común». Ver cómo se impone eso a la contienda partidista será interesante. Conseguirlo igual es conveniente. Si en serio existe un modo femenino de hacer política, deberíamos probarlo de una vez. Lo que cuenta Virginia Woolf en 'Tres guineas' sobre los hombres y la guerra sirve de miedo para el momento político actual. Lo tenemos todo lleno de listísimos hombres de acción. Y salta a la vista lo bien que nos va. Ayer en Getxo se habló de «nuevas maneras de hacer y de estar en política». Ojalá también nuevas formas de escribir discursos políticos, formas vagamente gramaticales. En sus 37 años de historia, Eudel ha tenido seis presidentes y una única presidenta: Ibone Bengoetxea, elegida en 2011, cuando era teniente de alcalde en Bilbao.
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