Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Atraviesa Bizkaia unos días inmejorables en lo tocante a la nostalgia y el revival. El viernes actuaron los Beach Boys en Sondika. Y hoy estaba anunciado José Luis Bilbao en los juzgados. El José Luis Bilbao auténtico, todo hay que decirlo, que los Beach Boys ... actúan sin Brian Wilson y tampoco son exactamente los Beach Boys. Cómo será la expectación generada por la reaparición del antiguo diputado general que ha tenido que aplazarse la sesión para buscar un lugar con capacidad para todos los medios de comunicación que deseaban acreditarse. La sala prevista se quedaba pequeña. El típico llenazo. Sold out. Hay que ampliar ese aforo. Es en estas ocasiones cuando a mí me parece que Vista Alegre está desaprovechada como recinto alternativo para grandes espectáculos.
El exdiputado general va a intervenir como testigo en la recta final del proceso del caso Habidite que enfrenta a Jabyer Fernández con la foralidad. El famoso empresario de nombre tuneado y gloria extinta le exige a la Diputación 30 millones por la «ruptura unilateral» de los convenios firmados. Habidite, lo recordarán, era aquella empresa «revolucionaria» que iba a fabricar viviendas modulares en Alonsotegi, creando miles de empleos en Bizkaia. Quedan en la hemeroteca las fotos de la precampaña de 2007: Jabyer Fernández y José Luis Bilbao uniendo sus manos frente a las maquetas. No llegó a producirse una casa modular. Habidite se hundió en 2009 con el imperio Afer. El derrumbe comenzó con una rescisión de contratos por parte de la Diputación. Jabyer Fernández, empresario de moda, directivo del Athletic, patrocinador del Bilbao Basket, lo explicó como una conspiración política y como un asunto personal entre él y el diputado general.
Cómo no va a llenarse esa sala para ver de nuevo a José Luis Bilbao y a Jabyer Fernández. Es la ocasión de regresar a aquella atmósfera de poder, arrogancia y puñetazos en la mesa. Puede servir también como recordatorio. Tenemos en el país una asombrosa facilidad para asignarnos un pedigrí medio nórdico de honradez, elegancia y seriedad. Como si no supiésemos nada de personalismos, opacidad en las inmediaciones del poder y venganzas shakesperianas urdidas en un txoko. Lo que está tardando ETB en arrancarse con una miniserie, ahora que lo pienso. También es casualidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.