Los ticos incendian el Mundial

El choque adquirió todavía más valor histórico porque el solitario gol de Bryan Ruiz elimina de forma matemática a Inglaterra y llegó tras un cabezazo que golpeó en el travesaño, botó dentro y salió hacia afuera con tal suerte de que el chip avisó al árbitro chileno, que dio gol tras vibrarle el reloj. Gracias a la nueva tecnología, la FIFA evitó un ridículo similar al de hace cuatro años con ese tanto fantasma del inglés Lampard en el choque de octavos ante Alemania que no subió al marcador de Bloemfontein.

Los centroamericanos repiten la gesta firmada hace ya 24 años en Italia'90. Y lo hacen tras superar a dos campeones del mundo, a Uruguay en la primera jornada, y ahora a una Italia que llegaba pletórica tras su gran partido ante Inglaterra. Y eso que la escuadra transalpina había insistido en el peligro de infravalorar a un adversario serio que, desde luego, no era ninguna broma.

Nada que ver el desempeño de esta lenta y timorata Italia con la pujanza y alegría mostradas en el vibrante duelo ante los 'pross'. Seguramente, el triunfo ante los británicos y el verse en tan buena posición para alcanzar los cruces, les hicieron a los transalpinos especular más de lo debido y tratar de dosificarse. La titularidad de Thiago Motta supuso una inequívoca declaración de intenciones.

En el estreno de Buffon en su quinto Mundial, registro que le iguala al alemán Lothar Matthäus y al mexicano Antonio Carbajal, Cesare Prandelli ordenó también una zaga con tres centrales para que De Rossi diera una salida mejor del balón desde atrás y Abate y Darmian percutiesen por los costados. Otro error mayúsculo, aunque una cosa es el planteamiento y otra, muy diferente, su ejecución en otra jornada de terrible bochorno.

La lentitud, la falta de desequilibrio en los jugadores de centro de campo hacia adelante, el poco juego real por las bandas, y el temor a perder balones que facilitasen los contragolpes ticos, permitieron a Costa Rica vivir feliz. Jorge Luis Pinto, un veterano técnico con larga experiencia en Sudamérica, supo cerrar los espacios a los 'azzurri', incapaces de acercarse a Keylor Navas hasta la media hora.

Pinceladas de Pirlo

Tuvo que aparecer el viejo Pirlo para asociarse en un par de pases extraordinarios con Balotelli y acercar al gol a su selección. Pero el fornido ariete del Milan no acertó. Primero se le fue desviada la vaselina ante Keylor y luego su disparo lo paró en dos tiempos el notable guardameta del Levante.

Buffon ofrecía más signos de inseguridad que su colega. No daba garantías al salir en los saques de esquina, pero sí se estiró bien para desviar un tiro raso de Bolaños. Ya se temió lo peor cuando Joel Campbell, el rápido delantero cedido por el Arsenal al Olympiacos previo paso por Lorient y Betis, se internó y fue derribado claramente por Chiellini. El árbitro chileno se tragó el penalti. Menos mal que poco después a Osses le salvó el 'ojo de halcón' tras el cabezazo de Bryan Ruiz, potente delantero zurdo que bajó su rendimiento en el Fulham pero ha vuelto a crecer en PSV Eindhoven. Buffon dudó tras el centro pasado de Júnior Díaz y eso es la muerte para un portero. Si no, que se lo digan a su amigo Iker Casillas, que siempre le profesó una gran devoción.

Prandelli cambió el planteamiento en el descanso. Retiró a Motta, dio entrada al veterano Cassano y adelantó a De Rossi. Un sistema más clásico pero que apenas le hizo daño a Costa Rica, mucho más acostumbrado a este clima tan húmedo en el que se rompe a sudar casi en parado. Keylor Navas sólo tuvo que lucirse para desviar un gran disparo de media distancia de Darmian y un golpe franco ejecutado con potencia por Pirlo.

A Cassano ni se le vio por Recife, al menos sobre el césped, y tampoco los dinámicos Insigne y Cerci modificaron la dinámica del choque. Los transalpinos acabaron exhaustos pero victoriosos en la sauna de Manaos, se cocieron en el microondas de Recife y jugarán una final en Natal ante Uruguay. Saltarán chispas.