Cómo quitar el incómodo hielo del parabrisas, paso a paso

«Apunta en rojo: ¡huir siempre del agua caliente!. Y tampoco es aconsejable echar sal sobre los cristales o poner la calefacción demasiado alta, recuerda que el cambio de temperatura repentino siempre terminará mal«, subrayan.

Antes de quitar el hielo es recomendable impedir que se forme. Para ello, puedes recurrir a algún líquido en spray que sirva para evitar, en mayor o en menor medida, que se cree una película de hielo en los cristales o que permita que resbale más rápido el agua de lluvia sobre el parabrisas.

Un primer truco es untar el parabrisas con una patata. Si no te quieres gastar dinero, prueba a untar la superficie exterior del parabrisas con la carne de una patata. Verás que la grasa del tubérculo forma una película que hará que las gotas se deslicen más rápido. También evitará que la capa de hielo se haga muy gruesa.

O bien colocar un cartón sobre el parabrisas del coche y sujétalo con los limpiaparabrisas; aunque estos últimos, si no es el caso anterior, se deben separar para evitar que la goma se quede pegada al hielo.

Lleva siempre una sencilla rasqueta con la que quitar el hielo adherido a los cristales. Utilízala en toda la superficie del parabrisas, de las ventanillas laterales y de la luneta trasera. Así podrás recuperar la vista 360 grados y la imagen que nos ofrecen los espejos retrovisores. Estos también pueden necesitar que los rasques.

¿Y para desempañar los cristales? Para desempañar el parabrisas, lo mejor es dirigir el aire caliente hacia él por medio de la calefacción. Si lo haces con el aire acondicionado o el climatizador activados, mejor, ya que tendrás visión mucho más rápido. No te pongas en marcha hasta que el parabrisas esté correctamente desempañado. Divisar el exterior a través de una ranura del tamaño de una tarjeta de crédito es bastante peligroso.