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Miércoles, 21 de marzo 2018, 20:37
Se acaba de inaugurar en la localidad germana de Essen la trigésima edición de la Techno Classica, la mayor feria en todo el mundo de automóviles clásicos. Seat presenta no solo modelos poco comunes de la propia historia de la marca, sino que dedica también el estand a la restauración de coches clásicos.
Así, la compañía de Martorell pone en valor el incondicional trabajo del departamento de Coches Históricos y su equipo de restauración, que ha asumido la misión de dejar en un estado óptimo, con un laborioso trabajo manual, los vehículos más representativos de la marca de automóviles. En la Techno Classica, el equipo de restauración de Seat demuestra lo que es capaz de hacer con dos versiones diferentes del popular 600.
Los modelos expuestos en la feria alemana son un ejemplar completamente restaurado del 600, y otras dos variantes conocidas como 600 Comercial y 600 Formichetta, cada una en un estado de conservación muy diferente. El primero es un 600 N, pintado en verde, fue fabricado en 1957. En 2017, se restauró por Seat Coches Históricos en la Zona Franca de Barcelona, para celebrar el 60 aniversario del modelo.
Un laborioso trabajo, que tardó todo un año en completarse, en el que no se escatimaron ni gastos ni esfuerzos para devolverlo a su estado original. Con toda probabilidad, es el mejor ejemplar de un 600 que Seat puede presentar en su propia colección de coches clásicos, junto con un 600 L de 1973, en perfecto estado original, ejemplar de la penúltima serie de fabricación.
La versión del 600 expuesta en la Techno Classica, se conoce ahora como 600 N (Normal), para identificarlo mejor entre toda la gama de vehículos. Se fabricaron casi 800.000 unidades entre 1957 y 1973, de las que 132.462 corresponden a la primera versión 600 N.
Una característica de la carrocería de ese modelo y que lo diferencia a primera vista de las versiones posteriores D, E y L, son los intermitentes sobre las aletas delanteras y las llamadas puertas "suicidas", de apertura inversa al sentido de la marcha. Este peculiar sistema todavía se mantuvo en el modelo sucesor, el 600 D del año 1963, pero en los 600 posteriores E y L de los años 70, ya se abrían de forma convencional.
El 600 N llevaba un sencillo pero robusto motor situado en la parte trasera, con una potencia de 18 CV y una cilindrada de 633 cm3 con el que se alcanzaba una velocidad máxima de 95 km/h. El propulsor en las versiones posteriores era más potente gracias a una mayor cilindrada de 767 centímetros cúbicos.
El segundo vehículo que presenta Seat en la Techno Classica es un hallazgo abandonado de un 600 Comercial, la variante comercial de la que solo se fabricaron 18.000 coches. Por un lado, muestra de manera auténtica el muy mal estado en el que se encuentran actualmente los automóviles clásicos después de pasar muchos años expuestos al deterioro en el rincón más lejano de un almacén o garaje.
Sin asientos en las plazas posteriores y con paneles de metal pintados en el color de la carrocería en las ventanas traseras, el Comercial era más económico que la versión estándar porque no estaba sujeto al pago de impuestos sobre bienes de lujo. Como también era más ligero y contaba con un motor de 25 CV era incluso más rápido, al menos sin carga.
Otra versión del 600 es la furgoneta Formichetta (pequeña hormiga), una de las últimas incorporaciones a la colección. Restaurada por completo por Seat Coches Históricos, se ha pintado en el color original del servicio oficial de asistencia en carretera de Seat de los años 60.
Con la base del 600 D, ofrece una configuración de vehículo comercial con la parte trasera modificada gracias a un techo más grande para optimizar el espacio de carga; las puertas laterales son de gran apertura y la distancia entre ejes más larga.
La longitud del vehículo era además medio metro más larga que los 3,22 metros de la versión estándar del 600 D. Contaba con dos puertas traseras de apertura inversa, igual que las delanteras, y una quinta puerta en la parte trasera dividida en dos partes, la superior para acceder al espacio de carga de 1,61 m3 y la inferior para acceder al motor.
El vehículo era capaz de transportar hasta 250 kilos, más el conductor y un acompañante. Se fabricó con la colaboración del fabricante de automóviles Siata en Tarragona, que solía colaborar con la planta de Seat en la producción de versiones especiales basadas en otros modelos. En total solo se construyeron unos 7.500 ejemplares del Formichetta y casi 10.000 vehículos más de este tipo, pero basados en el 600 E posterior. Al igual que el 600 Comercial, estos modelos son muy escasos y, por lo tanto, muy valiosos debido a las pocas unidades fabricadas.
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