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Es feo señalar, pero peor sería terminar en un hospital por comportamientos imprudentes y muy peligrosos como los que se ven, más de lo que deberían, en nuestras carreteras. Con afán de educar (las multas tampoco son, ni volverán a ser recaudatorias) la DGT ... dedica en su revista 'Seguridad Vial' una sección, 'La Locura', en la que recoge los comportamientos especialmente peligrosos en las carreteras. Además explica las multas que acarrean. En su último número podemos observar un demencial cambio de sentido penado con 200 euros y la pérdida de 3 puntos. Y como no le debió parecer suficiente al infractor, acto seguido se salta un stop, lo que se pena con otros 200 euros y 4 puntos.
Encontramos al turismo gris detenido en el arcén de una vía con un solo carril para cada sentido de la circulación, con el intermitente izquierdo encendido –aunque se aprecia mal–. De pronto, el conductor gira las ruedas y comienza un giro de 180 grados para marchar justo en la dirección contraria. Hoy en día, cualquier navegador le ayudaría a encontrar una nueva ruta a su destino o un lugar donde realizar la maniobra de giro sin peligro y sin trasgredir la norma.
Pese a la línea continua y al espacio cebreado que delimita ambos sentidos de la circulación, el conductor decide hacer el giro en lugar prohibido. Por suerte, ningún vehículo llega a ese tramo durante la maniobra –sí muy poco después– y se evita el riesgo de colisión. Nunca el tiempo que se ahorra compensa el riesgo de lesión o muerte de una maniobra que se prohíbe precisamente para evitar ese riesgo.
Una vez realizado el giro se descubre el por qué: el conductor había sobrepasado el desvío que quería tomar... Llega al lugar del giro, señalizado claramente con un stop y una línea de detención pintada en la calzada, pero el turismo gris lo ignora y realiza el giro sin respetar la señalización... Un nuevo riesgo para él y para todo aquel que se acerque a esa intersección con prioridad.
Este conductor termina la «tropelía» con una cuestión sancionable (pisar la línea de separación de carriles), pero que es más una falta de respeto hacia aquellos conductores que puedan circular en sentido contrario al suyo y que pueden encontrarse a alguien que, como este turismo gris, por girar menos el volante o recorrer menos metros invanden el carril contrario, pudiendo, como mínimo, provocar un susto y, a veces, hasta algún accidente.
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