Los 'dientes de dragón' de la DGT para evitar multas por exceso de velocidad

La DGT recurre a diferentes fórmulas para que los conductores aminoren la velocidad. Con los radares parece que funciona, pero Tráfico va más allá. La DGT ha colocado los denominados 'dientes de dragón' en diferentes carreteras de España. ¿Qué son? Son unos triángulos pintados en los márgenes del carril que generan una ilusión óptica que hace que la vía parezca más estrecha. Con esto los conductores disminuyen la velocidad por precacuión.

Al parecer, el ojo humano, al percibir unas líneas en los laterales, interpreta que el carril se ha estrechado, por lo que el conductor levanta el pie del acelerador.

La DGT también pintó marcas viales en las autopistas y autovías para que los conductores mantengan la distancia de seguridad. Se denominan galones. Proporcionan una referencia para calcular la separación frontal y evitar las accidentes por alcance. La distancia entre esas marcas viales dependerá de la velocidad máxima de la vía. En una zona limitada a 100 km/h, los galones estarán pintados a una distancia de 85 metros, mientras que en una vía de 120 km/h asciende a 100 metros.

En Wimborne (Escocia) tenían un problema en la carretera que une su pueblo con Stirling, a casi 20 kilómetros. Casi 20.000 metros de recta en la que muchos conductores pisaban demasiado el acelerador. Después de poner radares, badenes, etc. las autoridades optaron por una idea original. Pintar la línea del centro de la calzada como si hubiera curvas en ella. Crearon la ilusión óptica para que la gente aminorara un poco.

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