Cómo conducir con nieve, hielo o lluvia

Bruno Vergara

Lunes, 9 de diciembre 2024, 09:44

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El crudo invierno ha llegado a España. Y con él, la lluvia, el frío y la nieve. Por ello es muy importante una serie de consejos a la hora de conducir bajo estas condiciones. Lo fundamental es no ser brusco al volante. Con ello evitaremos posibles accidentes.

Con hielo o nieve hay que tener en cuenta que nuestro vehículo puede resbalar sobre la calzada y salirse de la misma. Además, en caso de frenazo son necesarios más metros para que nuestro coche se detenga. En verano, a 120 km/h detener completamente un automóvil exige 105 metros; mientras que sobre mojado serían entorno a 150 y con nieve unos 300.

Cuando existen grandes balsas de agua debemos acordarnos de secar los discos de freno. ¿Cómo? Muy sencillo, pisar lentamente el pedal del freno hasta el fondo. De hacerlo mientras conduce, no olvide mirar hacia atrás por los espejos. Dos o tres pequeñas frenadas le asegurarán que las pastillas se sequen, por la fricción, y recuperen todo su agarre.

Tampoco debemos olvidar el aquaplaning. La reacción natural de un conductor es frenar a fondo ante una balsa de agua y mover el volante, pero hay que hacer todo lo contrario: agarrar el volante con firmeza, no frenar y prepararse para cuando el vehículo recupere toda la adherencia.

Con agua, los ciclistas y motociclistas lo tienen muy interiorizado: no frenar sobre marcas viales como pasos de cebra o rayas de los carriles. Esta pintura es muy resbaladiza si está mojada.

Con lluvia o nieve sobre la calzada lo más recomendable es guardar más distancia entre vehículos. Además, para ver bien es conveniente tener el parabrisas limpio. En invierno hay que orientar la salida del aire acondicionado hacia la luna delantera para que no se genere vaho.