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toni caballero
Domingo, 26 de julio 2020, 00:02
Una de las consecuencias negativas derivadas de la gran temporada protagonizada por el Club Deportivo Mirandés radica en la inmensa dificultad que afronta la entidad en cuanto a la retención de la gran mayoría de los jugadores que han finalizado su contrato. Con la decena ... de componentes que vistieron la elástica rojilla a préstamo durante el último curso ya de vuelta en sus clubes de origen, el club trabaja en renovar a varios de los jugadores que recientemente han concluido su vinculación contractual en Miranda, pero su gran rendimiento durante la última campaña está dificultando que las negociaciones lleguen a buen puerto; a la par que bucea en el mercado en busca de refuerzos.
El arquitecto del renovado proyecto rojillo no es otro que el director deportivo, Chema Aragón, que prioriza la contratación del nuevo entrenador mirandesesista, y su correspondiente ayudante, antes de zambullirse en la veintena de incorporaciones que tendrán lugar durante las próximas semanas. Los nombres que suenan con mayor fuerza en la terna son Óscar Fernández y José Alberto López, ambos con un perfil muy marcado de entrenador con gusto por el fútbol ofensivo y con experiencia en la conducción de equipos jóvenes, heredada del trabajo en filiales; un valor de mucho de cara a liderar un grupo que, a priori, volverá a contar con un gran número de jóvenes promesas. Pese a que han trascendido varios nombres, estos dos parecen correr con ventaja en una carrera en la que no se descarta la aparición de algún tapado de última hora.
Desde la Dirección deportiva rojilla se trabaja a marchas forzadas para contratar al nuevo capitán del barco y, posteriormente, avanzar en las numerosas negociaciones que han de concluir con la llegada de alrededor de veinte jugadores a la ciudad. Antes, en las oficinas de Francisco Cantera se prevé recibir la respuesta de alguno de los jugadores que han recibido oferta de renovación. De los nueve jugadores que el club tenía intención de atar en mayo, tan sólo Sergio, Odei, Alexander y Carlos Julio tienen opciones reales de seguir. Con Crisetig rumbo a la Reggina italiana, Malsa ya anunciado por el Levante y Álvaro Rey barajando ofertas sustanciosas de diferentes equipos del extranjero y un futuro que podría estar más allá del charco; el abanico de jugadores que podrían dar un mínimo de continuidad al núcleo anterior disminuye rápidamente.
En este sentido, se desconoce la intención del club respecto a Alexander y Carlos Julio, y especialmente sorprendente fue la decisión de cortar a Kijera, el capitán, que disputó más de 30 partidos a lo largo del último curso con un gran nivel competitivo, era el jugador más querido por la afición rojilla y siempre mostró su intención de concluir su carrera futbolística en Miranda. Sin embargo, este año la renovación parece que va a ir más allá todavía y se va a confeccionar una plantilla y cuerpo técnico partiendo prácticamente de cero.
Los que sí que cuentan con una oferta de renovación sobre la mesa son los dos centrales: Sergio y Odei. Mientras el primero parece alejarse cada vez más de Anduva con el paso de las horas para poner, con casi total seguridad, dirección a Butarque; Odei estar valorando la oferta rojilla con otras tantas llegadas desde Logroño o Ponferrada. Por último, Ernst Ohemeng y Andrés, ambos con contrato, no cuentan para el nuevo proyecto rojillo.
pocas renovaciones
Todo ello conduce a un contexto en el que, aparentemente, el nuevo míster desembarcará en una entidad que actualmente tiene en nómina a los dos porteros y a Mario Barco (firmó por dos años futbolísticos). Limones garantizó su continuidad si el equipo permanecía en la categoría de plata, objetivo logrado con suficiencia.
«Hay que ser agradecidos y valorar en la justa medida a los jugadores que nos han ofrecido un buen rendimiento esta temporada, histórica para el club. Queremos empezar ya a montar poco a poco la estructura deportiva del año que viene», señalaba Aragón en medio del parón deportivo el pasado mes de abril. Más de tres meses después, con agosto en el horizonte, el arquitecto rojillo es sabedor de que su olfato y capacidad de convicción determinarán en gran medida el funcionamiento del equipo la próxima campaña. Por el momento, parece que las renovaciones serán esporádicas y que la prioridad se centra en la contratación del técnico, que habrá de engranar un equipo totalmente nuevo.
Con la conclusión de la campaña deportiva aún coleando en la ciudad y los jugadores anunciando sus respectivas despedidas a través de las redes sociales, ya se atisba el inicio de la preparación estival, que no se hará de rogar en demasía. Este año,no habrá verano para ningún equipo profesional y la mayoría de entidades, salvo las que aún deben de disputar el play off de ascenso a Primera, se encuentran inmersas en la planificación del próximo curso. En el caso del Mirandés, cabe esperar que, en el espacio de las próximas dos semanas, desembarque el nuevo entrenador y alguno de los primeros refuerzos. Todo ello de cara a ir confeccionando un equipo con que contará con cerca de veinte jugadores nuevos y que a buen seguro comenzará la pretemporada con las piezas contadas, como ya hiciera el verano pasado, a la espera de exprimir al máximo las opciones de traspaso.
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