El Mirandés afina la puesta a punto

Para bajar el telón al fútbol veraniego, el Mirandés se enfrentó a la Real Sociedad B y superó el examen con un aprobado alto, que como los partidos anteriores, deja buenas sensaciones aunque también puso de manifiesto que los de Anduva llegan a la primera jornada muy justos de efectivos en la zona de ataque. Ayer generaron más ocasiones que en las citas precedentes, pero la mayor parte de llegadas al área acabaron en el limbo por no tener un goleador.

Aunque no quiso mostrar todas sus cartas al Málaga, Escobar dejó entrever el esbozo de lo que puede ser el primer once oficial, ya sin canteranos y con el debutante Gelabert. El mediapunta procedente del Real Madrid se mostró participativo, a pesar de que apenas lleva un par de días entrenando con sus compañeros, y por sus botas pasaron muchas de las acciones ofensivas.

Sin Meseguer ni en la convocatoria, (sorprendente descanso que alimenta los rumores sobre un posible traspaso), fue Oriol Rey el que asumió el mando en el centro del campo, flanqueado por Rementería, que volvió a demostrar que es un portento físico, Álex López e Iñigo Vicente, intermitente en sus apariciones.

Si en anteriores amistosos el Mirandés se había medido a conjuntos con estilos variados para probar diferentes alternativas, ayer decidió mirarse en su espejo. Y es que tanto rojillos como donostiarras tienen una filosofía similar, con presión alta y salida de balón desde atrás.

Como si ambos hubieran firmado un pacto de no rifar nunca la pelota, arriesgaron en exceso en la salida de balón, lo que les llevó a cometer errores que en otro momento de la temporada se pagarían caro. El encuentro fue un alegato al buen trato de la pelota, sin apenas balones largos, un escenario en el que la Real Sociedad B se sintió más cómoda de inicio. Los locales salieron como un vendaval y en menos de cinco minutos se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Karrikaburu.

El tanto activó también a los visitantes, que rozaron el empate en varias ocasiones. Las más claras fueron un remate de Simón Moreno que se estrelló en el lateral de la red y un lanzamiento demasiado flojo de Oriol Rey cuando se encontraba solo en la frontal.

También Lizoain se llevó algún susto, sobre todo cuando Djouhara le vio adelantado y probó suerte con una vaselina desde larga distancia que no encontró portería por muy poco.

Igual que en el primer tiempo fueron los txuri urdin los que no dejaron a su rival ni acomodarse en el campo antes de asestar el primer golpe, tras el paso por vestuarios los rojillos tampoco respetaron los minutos de tanteo. En el 52, Rementería aprovechó una gran asistencia de Imanol desde la izquierda, y la falta de contundencia de la zaga de la Real Sociedad B, para empujar a la red el balón.

El empate espoleó a los locales que pudieron desnivelar la balanza en dos acciones. En la primera, Lizoain se lució en un mano a mano con Sola y poco después, tocó con la punta de los dedos el esférico para desviarlo lo justo y que se estrellara en el palo.

A diferencia de otros duelos, Escobar mantuvo ayer durante gran parte de los minutos el bloque que deberá saltar al terreno de juego de La Rosaleda dentro de una semana, con la intención de que adquiera ritmo de competición, lo que pasó factura en el rendimiento final. Fue la Real Sociedad B la que llegó más fresca a los últimos minutos y más buscó el triunfo, aunque el marcador no se movió.

El Mirandés cierra así una pretemporada de la que solo se pueden sacar conclusiones parciales, ya que todavía faltan muchas caras nuevas por llegar. El equipo que se enfrentará al Málaga se parecerá mucho al que ayer fue titular en Zubieta, pero seguramente no tanto al que se verá a lo largo de la temporada, porque todavía quedan media docena de incorporaciones para dar por cerrada la plantilla, casi todas en los puestos de ataque.