Las líneas maestras del nuevo líder

La entidad de Anduva sólo cuenta con tres jugadores con contrato, más Andrés (al que el club busca una salida), pero no parece tener demasiada prisa por incorporar efectivos. Todos los procesos se están retrasando, por lo que la dirección deportiva encabezada por Chema Aragón también gana tiempo para el estudio de los movimientos a acometer, para seleccionar y posteriormente negociar la llegada de alrededor de una veintena de jugadores a la ciudad.

Por su parte, el nuevo técnico mirandesista, José Alberto López, confía ciegamente en el trabajo de su director deportivo, «que conoce el mercado y los tiempos del mismo», y pese a desconocer qué jugadores estarán a su ordenes los próximos meses, sí tiene claras dos premisas: entrenará un equipo joven con varios jugadores cedidos y el cuadro estará confeccionado acorde a su estilo de juego.

En relación a este último aspecto, el preparador asturiano, el único activo en alguna de las dos primeras categorías del fútbol nacional, tratará de inculcar sus señas identitarias a su vestuario según vayan aterrizando los refuerzos, porque importan más los conceptos y el planteamiento que los nombres concretos.

En este sentido, López resume en diez líneas maestras la descripción global del estilo de juego que trata de implantar en sus equipos. En primer lugar, el asturiano es partidario de salir jugando desde la línea defensiva a través del juego combinativo. La paciencia en el inicio de la fase ofensiva es un valor que pone en alza, que además está muy presente en el trabajo en las categorías inferiores del Sporting de Gijón, en Mareo.

Sin embargo, esta característica suele tener éxito en aquellas plantillas que cuentan con los jugadores cualificados para tal encomienda, que entraña mucho riesgo añadido. Sin ir más lejos, el Mirandés pagó con creces los errores en el juego combinativo de la zaga durante el tramo inicial de la pasada campaña, por lo que los refuerzos defensivos determinarán si es posible masticar las jugadas pacientemente.

Otra de las trazas que presentan los equipos dirigidos por José Alberto López es el juego entre líneas, sumado al ataque de los espacios; el posicionamiento en diferentes alturas y la creación de triángulos de juego para ganar profundidad a través de un estilo vertical. El juego combinativo, en sí mismo, sin el movimiento coordinado de los jugadores sin posesión, no genera efectos. López apuesta por el ataque de los espacios y la creación de triángulos ofensivos, al puro estilo de Phil Jackson, para así poder generar superioridades y desequilibrios en el ataque que deriven en ocasiones de gol y en llegadas desde la segunda línea para finalizar. Todo ello demanda el trabajo de una habilidad específica: el juego entre líneas. No todos los jugadores son capaces de romper una línea de juego con un pase al hueco ni de combinar en un triángulo para generar espacios, por lo que López deberá trabajar estos aspectos con una sala de máquinas que aún desconoce.

Por ultimo, un equipo vertical no se construye únicamente a partir de los preceptos ofensivos. El preparador ovetense es partidario de la activación tras pérdida de balón y gusta de la presión adelantada para recuperar el esférico lo antes posible. Una cualidad en común tanto con Iraola como con Borja Jiménez, sus dos predecesores. Dentro del anecdotario personal, cabe destacar que López trabajó en un almacén de Ikea antes de dedicarse por completo a entrenar y que su hermano, Dani López, fue lateral izquierdo en Segunda División, en Salamanca y Numancia, y actualmente es el director deportivo del UP Langreo, equipo que forma parte de la Segunda B.

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Adaptarse a las necesidades y gusto por el sistema 4-2-3-1

Una de las cualidades del nuevo entrenador rojillo radica en que dota a sus equipos de un estilo de juego «muy claro y adaptado a las necesidades y a la formación de la plantilla», apuntan desde Gijón. Su trayectoria va desde el juvenil de honor del sporting hasta el primer equipo, pasando por el filial sportinguista, al que coloco en Segunda B y cerca estuvo de colarlo en el fútbol profesional. A lo largo de todas sus campañas en activo, López se ha mostrado como un preparador versátil, apuesta por los jugadores que permutan y su sistema más utilizado es el 4-2-3-1, el mismo con el que Borja Jiménez devolvió a los rojillos a Segunda e Iraola ha grabado en oro su etapa en el banco de Anduva. Sin embargo, López no es un inmovilista y también ha utilizado el 4-3-3 e incluso sistemas de 3 centrales. Buscará el potencial contragolpeador del equipo y la pegada con transiciones rápidas.