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Los medios de comunicación no pueden acceder a las instalaciones deportivas de ningún campo, pero en el intercambio de impresiones siempre desde la distancia, en las conversaciones telemáticas o vía telefónica que se pueden mantener con los protagonistas ya quedan patentes las ganas que tienen ... todos, técnicos y jugadores, de volver a la normalidad y de que se reanude, en las debidas condiciones de seguridad, la Liga. También se comentan los aspectos novedosos que se van a introducir en el mundo del fútbol y hay dos en los que el técnico rojillo, Andoni Iraola, ya ha mostrado sus reticencias: los cinco cambios durante los partidos y las convocatorias de 23 jugadores.
Al margen de que es una circunstancia que se aprueba por parte de los órganos que rigen el fútbol a causa de la actual pandemia y porque la vuelta a la competición oficial se producirá en la época más calurosa del año (finales de junio y julio, con el mes de agosto para los que se jueguen el ascenso), estas ampliaciones conllevan disparidad de opiniones, entre otras cuestiones porque el entrenador entiende que no benefician al Mirandés.
«No lo veo». Considera que una vez transcurrido el ecuador de la temporada, ampliar y realizar variaciones tan significativas en el reglamento para el desarrollo de un encuentro no tiene mucho sentido y que lo idóneo sería aparcarlo para ponerlo en práctica la próxima campaña.
Cada entrenador tiene un tipo de partido en su cabeza, que luego puede variar en cualquier momento ya sea por una lesión, expulsión, gol o cualquier incidencia reseñable. Pero antes de empezar, el cuerpo técnico prepara el encuentro con el once inicial y la posibilidad de introducir los tres cambios. Incluso, ya con los recambios y nombres previstos si el partido no obliga a variar los planes. Ahora, deberán plantear los duelos para que jueguen 16 futbolistas.
Supone una modificación significativa al permitirse ese número de sustituciones en tres momentos de los choques (también en el descanso). Las plantillas están pensadas para que jueguen 14, no 16. Y, asimismo, se permitirá la convocatoria de 23 efectivos por partido, número de jugadores al que no llega el Mirandés al disponer de 22. Solo contabiliza 23 si se añade al tercer portero, Alberto, cancerbero del filial que permanece en Tercera.
Ya se señala que es una medida que perjudica, esta temporada, al Mirandés. A juicio de Iraola, es «adulterar la competición».
Es, cuando menos, novedosa para todos. Se aplicará ya esta campaña, el próximo mes de junio, que es cuando se retomará la competición. El fútbol que viene llega con numerosas modificaciones. Va a cambiar mucho en todos los sentidos.
Desde unas gradas vacías por la falta de público, hasta la manera de entrenar estos días de los futbolistas, el hecho de competir en junio, julio y hasta en agosto tras más de tres meses sin jugar un solo partido, ni siquiera amistoso. Aunque los médicos de la Federación ya aconsejan la programación de encuentros de preparación (una medida pensada para Segunda B y Tercera porque en el fútbol profesional la RFEF no tiene potestad).
Habrá dos jornadas por semana, con partidos cada 72 horas y con rotaciones más propias de los bolos que se programan en pretemporada, cuando no hay límite de sustituciones o se negocian entre los inquilinos de los banquillos. Ahora, se contemplan hasta cinco para evitar fatigas, lesiones, etcétera, en el tramo decisivo del campeonato, cuando las dinámicas de todos los intervinientes, jugadores y equipos, parten de cero y son una incógnita por la pandemia, el prolongado parón y tanto tiempo sin jugar un solo encuentro.
Son medidas que se recogen en el protocolo de actuación, del que ya tienen conocimiento los miembros de la plantilla mirandesista. Son puntos que se incluyen en el nuevo fútbol que viene. Estarán prohibidos los pasamanos de antes de los partidos entre los equipos y quien escupa al suelo, una acción habitual, recibirá tarjeta amarilla. Ya se sanciona con cartulina roja a quien protagonice este gesto contra un contrario pero ahora, dadas las circunstancias, también tendrá sanción quien expulse saliva. Todos los futbolistas, asimismo, deberán cambiarse de ropa en el descanso de los partidos, mientras que se seguirá con el videoarbitraje. El VAR continuará operativo pese a que en un primer momento parecía descartarse. Se llevarán a cabo medidas de acondicionamiento en la sala de control, pero el sistema que se ha implantado en Segunda esta temporada seguirá tal y como hasta ahora.
El futbolista francés, tras llegar a Miranda después de viajar desde París, se sometió ayer a los test obligatorios, PCR y serológico. Son las pruebas que todos los jugadores se realizaron la semana pasada en un vestuario de Anduva para iniciar los entrenamientos. El pivote los pasó este miércoles como medida previa a unirse a los ensayos, de momento individualizados. Al tratarse de un solo futbolista podría conocer el resultado antes, así que no se descarta que si da negativo se pueda incorporar ya a las sesiones. Es lo que esperan todos para disponer así de toda la plantilla. De momento, nada se ha confirmado sobre la realización de los segundos test a todo el colectivo, los que se preveía acometer a finales de esta semana antes de entrar en la fase de ensayos grupales.
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