Nuestros colores son el rojo y el negro

El Mirandés, quien lo iba a decir a principios de temporada, está peleando con los mejores por una plaza para intentar el ascenso a Primera y hoy enfrentándose a otro de los claros favoritos, así que el partido sí tenía algo de especial, y la emoción se apoderó de los mirandesistas.

Todos los rojillos saben que unidos, equipo y afición, somos más y somos mejores, así que aunque la mañana amaneciera un tanto amenazante y chispeando, no tardaron los futboleros en pertrecharse con camisetas, anoraks, gorros o bufandas, o todo junto, para salir a la calle dejando claro que nuestros colores son el rojo y negro.

Para un partido especial como el de hoy, había que preparar también algo diferente para que los jugadores sintieran el apoyo desde mucho antes de que el balón echara a rodar en Anduva, un estadio que se fue llenando mucho antes de lo que suele.

A media mañana empezaron a aparecer rojillos, mayores y pequeños, por todos los rincones de la ciudad y todos ellos fueron caldeando el ambiente, fresquito climatológicamente hablando, para que si alguien no lo sabía se percatara de que lo más importante de esta tarde era el partido entre el Mirandés y el Racing.

Para calentar motores las peñas Komando Kemando y Jóvenes Jabatos comieron juntos y cogieron fuerzas, y también juntos después, con todos los que quisieron unirse iniciaron el corteo. Así se llama ahora a esa marcha en la que comienza a intuirse que al final del partido la afonía será una consecuencia que muchos asumirán por gritar a pleno pulmón en medio de esa marea rojilla consignas de apoyo para este enorme Mirandés que ilusiona y emociona.