La ansiedad maltrata a domicilio al Mirandés

Recibió un duro palo porque cuando se veía cerca el tercer gol que le daría el triunfo, lo que llegó fue el del Albacete en la última jugada del partido. Después de haber hecho lo más complicado tras un inicio muy gris: empatar hasta en dos ocasiones el partido. De ir claramente de menos a más hasta hacerse dueño del choque en la segunda mitad y, posteriormente, quedarse el rival con 10 jugadores sobre el césped el último cuarto de hora, un fallo garrafal de Juan Gutiérrez, que estando sin oposición dio, por precipitación, el balón a un contrario en el minuto 97, propició la derrota.

El conjunto rojillo se va dejando puntos por este tipo de acciones. Sin ir muy lejos, perdió dos en Elda tras ir por delante 0-2 y ayer cayó en el último suspiro. Por fallos individuales originados por su inexperiencia. Para la mayoría de efectivos es la primera ocasión en la que se ven en la envidiable situación que tiene en la tabla el grupo de Lisci. Y eas ansiedad se nota fuera de casa.

El Mirandés permaneció casi toda la primera parte muy incómodo. La presión adelantada del Albacete maniató a todos sus hombres. No fue fiel a su juego. Se volvió muy impreciso, con muchos fallos en los pases. Tampoco es que el rival estuviera más avezado, pero sí se le veía mejor sobre el cesped.

Pronto sufrieron el contratiempo de su lateral diestro, Rodríguez, que se rompió en los isquiotibiales, si bien el conjunto rojillo salía muy poco y no podía ganar la espalda a la defensa manchega, muy adelantada porque la tiraban en la línea de medios.

Morcillo sacó una falta, Raúl Fernández optó por despejar de puños en lugar de atrapar la pelota y el rechace le fue a Pablo Sáenz, quien desde fuera del área de una espectacular volea, sin parar ni dejar botar el cuero, lo puso en el fondo de la red.

Kofane, el delantero que jugaba arriba junto con Juanma, tuvo el segundo para los suyos, pero el meta rojillo abortó la jugada después de una mala decisión del atacante local.

Los rojilllos, asimismo, empezaban a acumular amonestciones. Vio la tarjeta amarilla Parada (formó el eje central con Tomeo, que se recuperó para ubicarse por el perfil diestro, y con Juan Gutiérrez, éste por el medio) en una acción que prácticamente no pareció ni falta y acto seguido Reina, que era el capitán por protestar un posible penalti a Panichelli que el árbitro Palencia Caballero no quiso ni consultar en el VAR.

Los visitantes no generaban peligro en la meta del exmirandesista Lizoain. Parada, en un remate de cabeza que se fue fuera y poco más. Tomeo, a continuación, sufrió un pisotón de un defensor albaceteño, pero tampoco fue objeto de la atención arbitral.

Hasta que ya en el tiempo añadido, 'a la tercera fue la vencida'. Juan Gutiérrez recibió un codazo dentro del área en una jugada a balón parado y esta vez el 'trencilla' no lo dudó. Lachuer fue el encargado de transformar la pena máxima con la zurda.

Ahí terminó el primer tiempo. Lo mejor de todo es que un Mirandés gris y bastante plano empataba como visitante. Con pocas ideas ofensivas y escasa frescura por parte de todos.

Todo estaba en el aire en la segunda mitad hasta que a los dos minutos de la reanudación, otro centro de Morcillo fue cabeceado por Kofane de cabeza fuera del alcance del cancerbero rojillo. El defensor jabato Juan Gutiérrez no pudo llegar a esa pelota.

Así que si el primer tiempo finalizó en empate gracias al postrero tanto de Lachuer, el segundo empezó con un golpe, duro.

Sin embargo, este Mirandés nunca se rinde. Compite siempre, aunque no esté muy lucido en algunas facetas del choque. Lachuer botó un córner y Panichelli, de un impecable testarazo, estableció de nuevo la igualada.

Vuelta a empezar con media hora todavía por delante. Lisci fue ambicioso y retiró a Reina (tenía cartulina) para dar entada a Joel Roca, que es más delantero que centrocampista.

El segundo tanto 'normalizó' al bloque jabato. Asumió el control del duelo a partir del empate. Postigo reapareció tras no jugar desde octubre al sustituir a Tomeo y Butzke entró por Izeta en un conjunto que ya era dueño del partido. Todavía más con la expulsión de Agus Medina, que vio roja directa tras resbalarse y derribar a Lachuer cuando se iba en dirección a la portería.

La que buscó el bloque jabato, ya con Carlo Adriano, aunque con excesiva precipitación. Dominaba, estaba en superioridad numérica, pero el cabezazo de Butzke se topó con Lizoain, que desvió al poste en el minuto 89. Ahí estuvo la victoria. También en el chut de Iker Benito, que sacó Sánchez a córner cuando el balón iba a portería. Pero el palo llegó en el 97. Esta vez para hincar la rodilla.