

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Toni Caballero
Jueves, 8 de junio 2023, 00:01
«Se veía venir de lejos que esta gente, en concreto, podía causar algún problema grande», con esta frase de una de las vecinas de ... la Parte Vieja, concretamente de la zona de Romancero, se resume a la perfección el sentir del barrio mirandés acerca de la familia que el pasado martes fue desterrada de la ciudad tras protagonizar un enfrentamiento con más de cien personas implicadas que colapsó el Casco Antiguo durante horas.
Un robo entre familias, amenazas con armas de fuego, enfrentamientos y un atrincheramiento final que se saldó con una ingente custodia policial hasta las afueras de Miranda ya entrada la madrugada. La familia de Cuéllar (Segovia) decidió ocupar, meses atrás, tanto el inmueble situado en la calle Real Aquende 77, donde se pertrecharon el martes, como la vivienda de color blanco aledaña al Conservatorio de Música, en calle Romancero. En total, cerca de una veintena de personas que no tardaron en crear molestias a los vecinos del barrio de la Parte Vieja.
«Nunca he tenido un enfrentamiento directo con ellos, solían estar en el parking del Conservatorio arreglando sus coches, pero sí tengo claro que me robaron el cartel de la alarma de mi casa cuando entraron la vivienda. Se saltaron la valla y al día siguiente ya estaba colocado en la casa okupada. Además, hay otros vecinos que dicen que les han robado en las huertas, la última vez durante las fiestas de San Juan del Monte», añade otro residente del barrio que prefiere mantener el anonimato.
Y es que, remontándonos a agosto del pasado año, los vecinos del Casco Viejo ya levantaron la voz respecto al «peligro» que podía suponer esta familia en concreto. «Eran todo fiestas de madrugada, gritos y peleas diarias. No respetaban la convivencia. Los vecinos les llamaban la atención y pasaban olímpicamente. La policía, si es que tenía patrulla para venir, tampoco lograba controlarlos», sostienen.
Al ruido nocturno se fueron sumando otros sucesos que incrementaron el malestar entre los residentes. Las peleas y las riñas entre los miembros del clan de Segovia dieron paso a los disparos al aire. Fue entonces cuando los vecinos del barrio se lanzaron a reflejar su sentimiento de inseguridad e indefensión «porque nadie hacía nada con las personas que estaban alterando la convivencia, y se crecían más porque se sentían impunes», apuntaban en un texto. «Se pusieron quejas y se llevaron más de 200 firmas al Ayuntamiento y no se hizo nada para arreglarlo», sentencian los vecinos del Casco Viejo.
En la misma línea que los residentes se posiciona el gremio de hosteleros de la Parte Vieja, que no celebra el desalojo de ninguna persona pero sí agradece que se haya puesto fin a la problemática vecinal. «Es un barrio acogedor, la gente se conoce y hay mucha solidaridad. No hemos sufrido robos en los últimos años y lo que pasó el martes con esta familia no deja de ser algo puntual, si bien es cierto que llevaban algunos meses dando problemas a los vecinos», expresan.
Asimismo, defienden que «no se puede estigmatizar a una zona de la ciudad por un hecho concreto. La Parte Vieja no debería ganarse mala fama por una trifulca», aclaran. Además, tanto los habitantes como los hosteleros subrayan que el tema de la ocupación de viviendas en Aquende «se ha sobredimensionado» en Miranda por distintos intereses.
«A la gente del barrio le preocupa la ocupación, está claro, es una faena que entren a tu vivienda y son varios los vecinos que han tenido que salir corriendo de su casa para impedir que entren a ocuparle un espacio. De hecho, alguna vez también en la zona del Conservatorio. Sin embargo, este no es un problema generalizado en el Casco Viejo, tiene importancia pero tampoco se puede generar una alarma injustificada. La recogida de firmas se hizo por estas personas que ocuparon junto al Conservatorio y por alguna pareja más, específicamente», concluyen los habitantes de un barrio que agradece volver a la tranquilidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Rescatados ilesos dos montañeros tras pasar la noche a la intemperie en Gredos
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.