

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Raúl Canales
Miranda de Ebro
Lunes, 14 de abril 2025, 00:05
La primera vez que Alejandro Crespo dijo que de mayor quería sacar un paso de Semana Santa, nadie le dio mucha importancia. Estaba de la ... mano de su abuela viendo la procesión y todos pensaron que se trataba del típico deseo infantil que con el tiempo queda en el olvido. Pero la frase se repetía cada año hasta que siendo adolescente se acercó la cofradía que porta a hombros el Cristo Yacente. «Me dijeron que no podía participar porque todavía era muy pequeño», recuerda. Una baja inesperada de un costalero la misma mañana de Viernes Santo le abrió la puerta. Desde entonces, no se ha perdido ni una sola edición y puede presumir de ser uno de los nazarenos más jóvenes de la ciudad.
Ni siquiera residir fuera por motivos de estudio le impide asistir al ensayo general y sacar la imagen. ¿Qué se siente debajo del paso? «Es una emoción indescriptible porque llevas a hombros un símbolo que significa tanto para muchas personas», asegura Alejandro, más devoto de la Semana Santa que de la propia religión. «Soy creyente pero tampoco de los más practicantes. Eso sí, en estas épocas desde que era niño me ponía delante de la tele el Domingo de Ramos y no me despegaba hasta el de Resurrección».
Conocedor y fiel seguidor de las procesiones de otras ciudades, le encantaría que su cofradía pudiera salir en Logroño como hacía antes y ser costalero en otras localidades con más tradición que Miranda «pero no cambio lo que siento por el Cristo Yacente por nada del mundo».
Sobre los hombros de Alejandro, además de la imagen, reposan gran parte de las esperanzas de futuro de las procesiones mirandesas. «No es fácil implicar a los jóvenes porque ven las cofradías como algo muy lejano. Todos los años hay personas que nos preguntan, pero luego no se vuelven a acordar hasta el siguiente Viernes Santo».
Sandra Romero
El mismo fervor con un océano de por medio
Las dificultades para encontrar costaleros ha llevado a buscar voluntarios fuera de las parroquias. La asociación ecuatoriana de la ciudad no ha dudado en arrimar el hombro y serán varios de sus integrantes los que portarán uno de los pasos. «En nuestro país se viven estos días con mucho fervor», afirma Sandra, quien explica las diferencias y similitudes a ambos lados del charco. «En líneas generales es todo muy parecido aunque allí muchos comercios y discotecas cierran para que haya ambiente de reflexión personal y no de tanta fiesta. Son días que los creyentes pasamos mucho en familia», apunta. En los hogares mirandeses las torrijas son las reinas de la mesa. En Ecuador, la fanesca, un guiso elaborado con pescado seco y doce tipos de granos que evocan al número de apóstoles. Para Sandra, que miembros de la comunidad ecuatoriana se impliquen en sacar los pasos de la iglesia Santa María es un «orgullo» y un ejemplo de integración cultural. «Nos encantaría implicar a más gente joven pero es complicado porque el sentimiento y los valores religiosos se han ido perdiendo en las nuevas generaciones mientras que la tecnología va ganando peso», sentencia.
Pablo Delgado
«Las tallas son buenas pero falta apoyo institucional»
En la España de mediados de siglo pasado, ser monaguillo era algo habitual para todos los chicos del barrio, que esperaban con ilusión las fiestas religiosas porque todo el mundo las aprovechaba para salir a la calle y romper con la rutina. Pablo Delgado recuerda la intensidad con la que se aguardaba la Semana Santa en la Parte Vieja. Con la madurez se fue alejando de la Iglesia hasta que en 1995 su sobrino y un grupo de compañeros de atletismo le convencieron para que ayudara ante la escasez de costaleros. «Antes teníamos que estar 24 personas, pero ahora con la mitad nos vale», explica Delgado. El motivo por el que son necesarias menos manos radica en el peso. El armazón de hierro se ha reemplazado por elementos más livianos y la imagen también ha cambiado su ornamentación. «Cualquier persona que no esté impedida físicamente podría cargarla porque solo hace falta tener un poco de técnica para no desequilibrarte al andar; no hace falta estar como un toro», señala este mirandés que a veces le ha tocado ir debajo del paso y otras a su lado, marcando el ritmo de la caminata.
Pero su labor no se limita a la procesión ya que es una de las pocas personas que acompaña a José Antonio San Juan en la preparación de los pasos. «Sin él, la Semana Santa mirandesa hace tiempo que hubiera desaparecido», afirma con rotundidad para reconocer el mérito de su compañero, el hombre que realmente se empeña en que la tradición no decaiga porque se ocupa de limpiar las tallas, encargar las flores, decorarlas y comprobar que todas las indumentarias están en perfecto estado. A los dos se les puede encontrar por las mañanas en la iglesia Santa María siempre ocupados.
«Me lo he preguntado mil veces pero nunca he encontrado una respuesta para explicar porqué en Miranda la Semana Santa tiene menos vistosidad que otras ciudades cercanas», reflexiona Delgado, quien tiene claro que explicación no hay que buscarla en la calidad de las imágenes, ya que nada tienen que envidiar a muchas procesiones más famosas. «Tenemos tres tallas de cuerpo entero, que son el Cristo Yacente, el Cristo Crucificado y La Flagelación», explica. ¿Qué falla? «Llevamos veinte años intentando sacar una procesión también el miércoles pero no hemos conseguido implicar a las parroquias ni a los feligreses. Este año hemos estado un poco más cerca, pero al final no ha sido posible. Tampoco contamos con el apoyo institucional que tienen otras ciudades que han visto el filón que supone una buena Semana Santa», remarca Delgado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El humilde y olvidado Barrio España: «Somos como un pueblecito dentro de Valladolid»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Silvia Cantera, David Olabarri y Gabriel Cuesta
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.