Las tareas de salvamento se consolidan como la actividad principal de los bomberos

De todas las salidas registrada en el año pasado, casi la mitad estuvieron motivadas por la necesidad de prestar socorro y apoyo alguna persona o evitar algún peligro. Concretamente fueron 330 de las 693 intervenciones, lo que supone un 47,6%; mientras que los incendios representaron un 18% de su actividad anual, con un total de 126 avisos motivados por la presencia de fuego. El listado de intervenciones se completa con 36 para asistencia técnica y 155 de diversa índole y que están sin detallar en la memoria anual; donde también se recoge que en 46 de los casos para los que fueron movilizados finalmente no fue necesaria su intervención.

En la mayoría de los casos, los avisos a los que asistieron efectivos del parque de bomberos partieron de la propia ciudad. En el término municipal tuvieron su origen 635 de las llamadas que les movilizaron y de ellas 101 fueron por incendios y 312 por salvamento. Son los capítulos más destacados, al igual que en el caso de aquellas intervenciones que se originaron fuera del ámbito de la ciudad.

A lo largo del año, el servicio salió fuera en 58 ocasiones, aunque en 11 finalmente no fue necesaria su participación. Y de 47 en las que sí que sí tuvieron que intervenir, más de la mitad estaban relacionadas con incendios; concretamente, 25. Motivo que en dos ocasiones llevó a efectivos del parque contraincendios a desplazarse a poblaciones próximas de La Rioja y en 7 a municipios alaveses. Los otros 16 fuegos a los que acudieron se generaron dentro de la provincia.

En otras 18 ocasiones salieron de los límites mirandeses para tareas de salvamento, de las que todas, salvo 3, se prestaron en territorio burgalés que es el ámbito en el que más se movieron. De las 58 salidas del municipio, 43 les llevaron a pueblos de la provincia, 13 a localidades alavesas y 3 La Rioja.

En términos generales, las situaciones en las que fue requerida la participación de efectivos del parque contraincendios se resolvieron en menos de una hora. Hasta el 73% de las intervenciones no superaron los 60 minutos. En otro 16% de los casos dedicaron entre una y dos horas a atender el problema que hubiera motivado la salida y sólo al 8% de los siniestros notificados destinaron más de 120 minutos.

También el número de efectivos desplazados en cada salida da imagen de la gravedad de los sucesos y, el año pasado, sólo en dos ocasiones se llegó a movilizar a 9 funcionarios a un aviso concreto. Lo más habitual fue que se enviaran equipos conformados por entre 2 y 4 personas. Así se hizo en 565 incidentes: 4 se enviaron en 164 casos, 3 en 260 y 2 en 141.

En total, los bomberos mirandeses intervinieron en 17 incendios originados en viviendas. Uno de ellos en una casa rural de Bozoó que acabó calcinada a finales de junio. También fueron requeridos en 6 ocasiones por incendios en vehículos; una de ellas provocado en automóviles que se encontraban en un desguace mirandés.

Dos de los sucesos que produjeron con automóviles que se encontraban dentro del casco urbano, mientras que en el resto (salvo el del desguace) se trataba de coches que circulaban por alguna de las vías que atraviesan el municipio. El listado también incluye un buen número de avisos por incendios en rastrojo, fardos o maleza.

Dentro de las salidas relacionadas con los vehículos hay que tener en cuenta las catorce que tuvieron su origen en accidentes de tráfico, como el ocurrido en la carretera de San Miguel del Monte, justo en el límite con La Rioja y en el que fallecieron dos niñas a finales de agosto.

Las inundaciones viales y los achique de agua, así como la eliminación de nidos de abejas y avispas figuran de manera reiterada en el listado de avisos de intervenciones de los bomberos, así como la asistencia a personas mayores por caídas tanto en la calle como en sus domicilios.