«Siempre he sabido que me dedicaría a la música, toda la vida ha formado parte de mi»

–Es su primera vez en Miranda.

–Sí, es la primera vez que visito la ciudad, tengo mucha ilusión. Me han comentado que Miranda está muy bien y tenemos muchas ganas de tocar en el festi.

–Además, con este tiempo, tocar en un festival al aire libre siempre apetece...

–A nivel musical no hay demasiada diferencia con tocar en sala. Lo bueno es que tocando en un festival te conoce muchísima gente que antes no escuchaba tu música, gente que te descubre por primera vez. Puedes enganchar a nuevo púbico a tu movida.

–Si alguno todavía no conoce a Álvaro de Luna, ¿qué concierto puede esperar hoy?

–Son conciertos muy animados, la gente se involucra muchísimo por el tipo de show que hacemos. Queremos que sea muy dinámico y enérgico, al final es un momento que la gente utiliza para desinhibirse y todo el mundo se lo acaba pasando muy bien.

–¿De dónde sale el título 'Levantaremos al sol'?

–Es uno de los singles del álbum y, como no sabíamos cómo titularlo al principio, tiramos por este nombre. Creo que hace muy bien la alusión a lo que queríamos transmitir, sobretodo después de los meses que hemos pasado de pandemia y todas las cosas que nos han pasado, muchas de ellas negativas. Era por darle un toque de esperanza a todo lo que nos queda por venir.

–Pese a su corta edad, lleva varios años dentro del panorama, ¿a qué edad supo que quería dedicarse a la música?

–Creo que es algo que ha formado parte de mi desde siempre. Ya de pequeño me ponía delante del espejo a escuchar canciones de los artistas a los que admiraba y me imaginaba que era ellos cantando delante de muchísima gente, que es precisamente lo que me está tocando ahora (risas). Yo ya me montaba unas películas superchulas en mi mente, así que es algo que siempre he querido hacer.

–No sólo canta, también produce y compone.

–Yo sabía que quería estar ligado a la música, pero en un primer momento me centré en la producción musical porque me daba vergüenza ser cantante. Sin embargo, me redescubrí viviendo en Londres, allí empecé a hacer conciertillos, a tocar versiones en la calle y vi que estaba generando algo entre la gente pese a que yo utilizaba otro idioma y no me conocía nadie.

–¿Hay un momento clave en el que se diese cuenta de que aquello ya iba en serio?

–No sabría concretarte, ha sido algo que ha pasado de una forma orgánica y progresivamente. La gente me ubica desde hace cuatro años, pero llevo ya unos once haciendo canciones y tocando en sitios. Todo ha ido poco a poco, pero la decisión de dedicarme a esto íntegramente la tomé en 2016, cuando estaba trabajando de técnico en la radio y vi que yo no podía estar allí toda la vida. No quería quedarme sin intentar poder vivir de cantar las canciones que escribía en casa cuando acababa de currar.

–De la mano de Sinsinati llegó el pelotazo, ¿cómo se gestiona la ruptura de un grupo que funcionaba tan bien?

–Fue un proceso natural, en la cuarentena pasamos mucho tiempo separados y empecé a escribir canciones que hablaban más de mi. Fueron dos años sin vivir cosas juntos, comencé a escribir de cómo me sentía y de lo que estaba atravesando yo, de mis experiencias. Fluyó de manera natural, estaba en un grupo y sentí la necesidad de contar otro tipo de cosas, así que había que tomar decisiones.

–Siendo tan joven, ¿cómo gestiona un éxito tan rotundo? ¿quién le ayuda a mantener los pies en el suelo una vez se baja del escenario de actuar ante miles de personas?

–Creo que siempre lo he tenido controlado, sobretodo, por la gente que tengo alrededor en mi vida diaria, tanto amigos como familia. A veces comento con ellos que tengo un poco el síndrome del impostor, ya que de alguna manera no digiero todo lo que me está pasando porque sigo sintiendo que soy el mismo que hace cinco años a nivel personal. Obviamente es muy bonito todo lo que me está pasando actualmente, es impresionante dar conciertos para tanta gente y que tu música tenga un recibimiento enorme, pero todo esto no me ha volado la cabeza porque me sigo viendo como la misma persona de siempre.