Sancionan a tres policías de Miranda por no salir a patrullar por la noche

Los instructores del caso reconocen que no se puede probar que los agentes estuvieran echando una cabezada en comisaría, a pesar de que el mando asegura que cuando llegó por sorpresa les vio salir de diferentes dependencias con los ojos somnolientos y colocándose el uniforme. Respecto a la hamaca que se encontró en un vestuario, queda claro que era propiedad de un agente que estaba en prácticas y sobre el que ya se remitió el correspondiente informe a sus superiores.

Pese a la imposibilidad de constatar que realmente los agentes estuvieran dormidos, se les sanciona por incumplimiento de sus deberes. Y es que sí parece acreditado que durante largos periodos de la noche, todos los efectivos estuvieron en comisaría y no salieron a patrullar las calles.

Según el registro horario, de 01.40 a 03.13 horas de la madrugada, todos los coches estuvieron parados en las dependencias, una situación que se repitió más adelante sin que «quede justificado que tareas administrativas estuvieron realizando los agentes que les impidiera mantener al menos una patrulla en la calle».

Sin embargo, los instructores creen que no concurren las circunstancias de negligencia ni imprudencia necesarias para que sea considerada una falta grave. Tampoco se vio afectada la seguridad ciudadana ya que esa noche no hubo ninguna emergencia, por lo que tipifica los hechos como falta leve. Además, deja entrever que han pasado los plazos y propone diferentes sanciones ya que hay agentes que «realizaron sus funciones con más profesionalidad que otros».

En este sentido, valora las veces y el tiempo que cada uno de los efectivos patrulló a lo largo de la noche, por lo que dos simplemente son apercibidos, otro es sancionado con un día de suspensión de empleo y a los otros dos se les imponen dos días de suspensión.