«Pagamos impuestos como todos pero muchos días ni siquiera tenemos agua para ducharnos»

En aquella época era normal tener que desplazarse a pie a buscar una fuente, pero medio siglo después, Ayuelas no ha podido solucionar su problema con el abastecimiento. La red existente está en muy mal estado y son constantes las fugas. Eso provoca que muchas veces la localidad se quede sin suministro. «Pagamos impuestos como todos los mirandeses pero muchos días ni siquiera podemos ducharnos», lamenta uno de los vecinos.

Acometer el abastecimiento de Ayuelas es uno de esos proyectos que llevan tiempo sobre la mesa del Ayuntamiento, pero por diferentes motivos, la obra siempre se queda en el tintero. Este año tampoco se acometerá, ya que el dinero previsto para estos trabajos se destinará al asfaltado de la carretera Logroño. «Somos pocos vecinos y por lo tanto pocos votos que rascar», afirma con una mezcla de rabia y resignación un señor que aprovecha los tímidos rayos de sol del mediodía para salir a caminar por el pueblo.

El agua corriente llega a Ayuelas procedente de Bozóo, ya que la pedanía no está conectada a la red de la ciudad. En los alto del pueblo hay un depósito, pero el problema es que las tuberías están ya tan deterioradas que hay muchos puntos de fuga a lo largo del trazado. La consecuencia es que al abrir el grifo apenas hay presión. Otras veces, directamente no sale agua. «Si vives en la zona baja aún puedes apañarte, pero las casas de la parte alta se quedan sin agua de forma bastante frecuente», apunta Iván.

Cuando sucede eso, desde Miranda llegan camiones cisternas para recargar el depósito. «Algunos veranos tiene que hacer varios viajes al día», señalan los afectados, «pero ese agua, como hay fugas en la tubería, suele estar turbia y no siempre sabe bien. Para el aseo o para cocinar sí que sirve, pero la mayoría acabamos comprando botellas en el supermercado».

Cualquier visitante que llegue a Ayuelas, si observa con detenimiento, puede darse cuenta de que existe un problema con el abastecimiento. En los jardines y puertas de las casas, varios vecinos tienen bidones o cubos en los que recogen agua para estar prevenidos por si se quedan sin suministro. Sobre todo quienes se dedican a la agricultura.

En una de las fincas han colocado otro depósito para tener una reserva de agua para estas labores, de las que dependen la economía familiar. «Muchas tardes llegas a casa después de una dura jornada en el campo y ni siquiera te puedes bañar; es una sensación de impotencia tremenda», afirma Jesús, que tiene otra propiedad en un pueblo cercano a la queva a ducharse cuando regresa con su tractor y por el grifo no sale ni siquiera un pequeño chorro.

La decisión de destinar la partida prevista para la nueva red de abastecimiento al asfaltado de carretera Logroño ha pillado por sorpresa a los vecinos de Ayuelas, aunque a estas alturas «ya estamos acostumbrados a que nos lo prometan todos los años y no cumplan».

La solución a su problema pasa por construir una nueva red, ya que de la actual se desconoce el trazado concreto. Pero eso exige llegar a acuerdos o expropiar algunas parcelas, un proceso que se dilata en el tiempo y ante el que los vecinos están empezando a perder la paciencia al no ver ningún avance.