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Cinco mujeres nos cuentan su experiencia y su deseo por conseguir una igualdad real y no sólo en el papelSilvia de Diego
Domingo, 7 de marzo 2021, 09:02
En primera línea como el resto, y no, en segunda o tercera, el 8 M siempre es un día de reivindicación especial para las mujeres ... en la lucha por una igualdad real y no sólo sobre el papel. EL CORREO reúne a cinco mujeres representantes en diferentes ámbitos para analizar los retos a conseguir en medio de un año de pandemia en el que la lucha por la igualdad no debe nunca confinarse. Educación, Ciencia, Sanidad y Seguridad, cuatro áreas que han estado en primera línea. En un 8 de Marzo especial en medio de una pandemia en el que las movilizaciones están prohibidas, estas cinco representantes, hacen un llamamiento a la unión de todas las mujeres y todas coinciden en señalar que, precisamente, el trabajo es una de las reivindicaciones para las mujeres. Ellas no renuncian a reivindicar alzando sus voces y , todas y cada una, reivindican la necesidad de que la igualdad sea escuchada, interiorizada y puesta en marcha. Un 8 de Marzo de 1908, 120 mujeres murieron calcinadas por defender sus derechos en una fábrica textil de Estados Unidos. Se conmemora la lucha de la mujer por su participación dentro de la sociedad, su emancipación y su desarrollo íntegro como persona.
Si hay algo que ha dejado claro esta crisis sanitaria es la necesidad de invertir más en investigación y en sanidad. Raquel Fernández del Río es Doctora en Ciencias Físicas por la Universidad de Birmingham y Licenciada en Ciencias Químicas por la Facultad de Ciencias Químicas de Leioa. Desde 2013, y gracias a una beca de investigación Marie Curie, viajó a Inglaterra, reside en Birmingham y colabora con el departamento de Física Molecular. «Mi trabajo se ha centrado en analizar la respiración de enfermos con cirrosis y cáncer de hígado con el fin de encontrar biomarcadores para una detección precoz y no invasiva de la enfermedad. El análisis de las muestras se realiza mediante espectrometría de masas de protón (PTRMS). Actualmente dirijo un ensayo clínico en pediatría que estudia si el medicamento Eculizumab, el medicamento más caro del mundo, ayuda a reducir la gravedad de la insuficiencia renal en estado terminal», detalla mientras recalca la importancia del 8M. «Es un día en el que tanto hombres como mujeres deberían reflexionar sobre los desafíos que todavía existen en la actualidad y que sufren las mujeres día tras día en todo el mundo. Discriminación social y laboral, feminicidios y acoso sexual. He quedado con mis compañeras de trabajo para hacer un café online en Zoom, y ponernos al día, ya que la mayoría de los días trabajamos desde casa debido a la pandemia».
En su discurso también hay un tirón de orejas para los políticos y su respuesta ante la crisis en todos los niveles que vivimos. «Su respuesta a las necesidades científicas como siempre ha llegado tarde. Es una verdadera lástima que tengamos que pasar una pandemia para que el gobierno recapacite y se dé cuenta que hay que invertir en investigación, que en España hay muchísimos jóvenes como yo, que han tenido que emigrar a la fuerza para desarrollar su carrera científica», lamenta mientras reconoce también que Inglaterra es pionera en muchas iniciativas que promueven la igualdad de género. «Por ejemplo, la beca Dahne Jackson Trust es otorgada para que mujeres reingresen después de un parón en la carrera académica, como es el caso después de una maternidad. Precisamente una de mis compañeras de laboratorio pudo volver al trabajo y terminar su post-doctorado gracias a esta ayuda».
Verónica Rada es maestra y responsable en materia de Igualdad en el CEIP Cervantes. «Todos los años nos volcamos en la preparación de alguna actividad a nivel de centro, pero las circunstancias me han llevado a enfocar la actividad este año con los niños de 6º de primaria. En colaboración con la Escuela de Pensamiento Feminista hemos elaborado un portarretratos como soporte de visibilización del día Internacional de las Mujeres, en una exposición en la zona peatonal de calle Estación con Francisco Cantera, de manera que toda la cudadanía mirandesa pueda disfrutar», detalla.
Para Rada el 8 de marzo es una fecha importante. «Una conmemoración que en los últimos años ha adquirido un talante especial, un día de reflexión sobre los desafíos que todavía existen para las mujeres alrededor del mundo. Desde los feminicidios y el acoso sexual, a la discriminación social y laboral», recalca.
Sobre el tratamiento de la igualdad en los libros, Verónica Rada reconoce que, a pesar de que hay una sensibilidad social y educativa cada vez más sensible a este tema « la adecuación de contenidos educativos ofrece muchísimas resistencia».
Esta maestra, se hace eco de algunos estudios sobre igualdad en las aulas en los que los expertos en educación afirman que para trabajar la igualdad de género desde la escuela es necesario llevar a cabo políticas de centro encaminadas a la coeducación, y también planes de igualdad. «Estas indicaciones tienen como objetivo que todos estos recursos se ajusten a los principios igualitarios de coeducación y no reproduzcan prejuicios culturales o estereotipos sexistas o discriminatorios, eviten modelos que reflejen situaciones de desigualdad, contribuyan a la erradicación de la violencia de género y pongan especial cuidado en la visibilización de la diversidad sexual y de género y de modelos de familias, así como en la aportación de las mujeres al desarrollo de las sociedades y la cultura.», matiza.
El lenguaje, en nuestro día a día, también cobra un especial significado en la educación. Por este motivo, Rada sostiene que es primordial intentar utilizar un lenguaje inclusivo y no sexista que nombre y visibilice de forma equitativa a hombres y a mujeres, evitando la utilización del masculino genérico para incluir al hombre y a la mujer, algo complicado puesto que está muy interiorizado.
Desde la Subdelegación de Gobierno en Burgos Begoña Fernández está al frente de la Unidad Contra la Violencia sobre la Mujer. Para ella este 8 de Marzo será un día de trabajo. «No es un día más, pero lo fundamental es que nos pilla trabajando. Hay que destacar y fomentar la participación en la igualdad y en todo lo relacionado con la no violencia. Tanto a nivel personal como a nivel institucional la pancarta ya está lista. Mandamos nuestra energía y todo nuestro trabajo diario para conseguir la igualdad de la mujer».
Como responsable de la Unidad Contra la Violencia pone sobre la mesa las dificultades que ha supuesto desempeñar su trabajo y llegar a todas las mujeres que lo necesitaban en este año de pandemia. «Nos ha puesto a prueba. Hemos trabajado en condiciones insólitas. Sobre todos los tres meses de confinamiento fueron de un trabajo tremendo. En concreto, personalmente me he dedicado a estar en contacto telefónico permanente tanto con Policía Nacional como con Guardia Civil para derivar todos aquellos casos que íbamos detectando conforme pasaban las semanas y los meses. Este año también hemos hecho cosas que han marcado un hito en la Unidad como, por ejemplo, la firma de los convenios VioGén con los tres Ayuntamientos de Burgos, Miranda y Aranda lo que significa que la Policía Local va a empezar a trabajar en la protección de estas víctimas».
Fernández puntualiza que en la Unidad hay mucho trabajo en el sentido de la sensibilización y difusión de todas las medidas existentes. «A pesar de la rotura digital de nuestras generaciones jóvenes aún existe desconocimiento de muchas medidas. Nuestro mayor hincapié es la difusión de todos aquellos recursos a disposición de las víctimas de violencia de género y otra tarea fundamental es la educación y la sensibilización para conseguir la igualdad real y eliminar la violencia». Sobre la presencia de la mujer en los altos cargos, Begoña Fernández asegura que sigue siendo testimonial. «Solamente con mirar una página de economía vemos que la foto sigue siendo masculina. Hay que hacer una especial incidencia en que la mujer no renuncie a la carrera en todos los ámbitos».
De nuevo la palabra trabajo se repite en el relato de otra de las mujeres que también ha estado en primera línea durante este año de pandemia, María Cristina Arbonés, Policía Local en la ciudad. «Aunque este día estaré trabajando como casi la totalidad de las mujeres para mí, sí que es muy significativo porque nos recuerda que debemos seguir luchando por la igualdad y nuestros derechos día a día», reconoce.
En cuanto a la desigualdad matiza que es más que evidente. «No hay más que ver los porcentajes de género en los puestos de responsabilidad. Es abrumadora la presencia de los hombres frente a la de las mujeres en algunas profesiones en concreto. Tenemos que seguir trabajando para que la situación cambie», recalca.
A la hora de hablar de su trabajo como agente local enfatiza la normalización absoluta y el compañerismo y en ningún caso habla de haber sufrido discriminación en su puesto de trabajo. «Lo que más me gusta de mi trabajo es que sabemos que hemos ayudado con nuestra intervención a salir de una situación difícil a algún ciudadano. Si es verdad, que en nuestra profesión pese a ser muchas estas actuaciones, quedan más a la sombra, pero no por ello se pierden las ganas de seguir trabajando».
Aunque la discriminación no se da entre compañeros sí que está presente en el día a día. «Lamentablemente he tenido que lidiar en muchas ocasiones con ciudadanos que te tratan diferente que a tus compañeros por el hecho de ser mujer. Para que esto cambie hay que seguir luchando y concienciar con el 8 de marzo». Por lo que se refiere a la presencia de las mujeres en la Policía considera que se ha experimentado un revulsivo importante a lo largo de los últimos años. «Se está incrementando considerablemente el número de mujeres aspirantes además con un nivel muy alto de formación lo que significa que hemos avanzado mucho en este aspecto. La mujer ha ido ganando peso».
A pesar de las palabras en positivo de María Cristina Arbonés, sí es cierto que la paridad en los Cuerpos de Seguridad del Estado aún está lejos de alcanzarse. En España y según datos del Ministerio de Defensa, sólo el 12,7% de personas que trabajan en las fuerzas armadas son mujeres; un porcentaje que apenas ha subido en las últimas décadas algo que se complica más aún al hablar de altos cargos.
Con una sonrisa inmensa al otro lado de la línea telefónica Merche Herrera González me confiesa que para ella la Enfermería siempre ha sido algo vocacional. Toda una vida en el centro de Salud Miranda Oeste, desempeña la labor de coordinadora del departamento de Enfermería y también está al frente de la formación de violencia de género en el centro. «Junto con otra médica, realizamos este tipo de formación entre los compañeros para detectar este tipo de violencia en mujeres que vienen a las consultas», explica al vez que recalca la importancia del 8M, un día en el que estará con la bata puesta y trabajando. «Es un gran placer trabajar. Para mí el trabajo es una de las cosas que más reivindicaría para las mujeres».
Enfermería, a día de hoy, continúa siendo una de esas carreras en las que la presencia de mujeres es mayoritaria algo que, según Merche, tiene una explicación clara, en los roles asociados erróneamente a las solamente a las mujeres desde hace mucho tiempo. «Nos han educado en una sociedad paternalista en la que las mujeres somos las que cuidamos, las que atendemos y las que cuidamos. En general, de ancianos y de niños. Todas y todos tenemos en la retina a las mujeres enfermeras que se quedaban cuidando a los hombres mientras éstos iban a la guerra».
Merche Herrera González recalca que la Enfermería y la Medicina son profesiones complementarias pero independientes que se deben escuchar la una a la otra. «Es algo que mucha gente no ha entendido hasta hace poco. De ahí la frases, lo que diga el médico, tú no dices nada».
En el Centro de Salud Miranda Oeste la presencia de mujeres tanto en Enfermería como en Medicina es mayoritaria. «He tenido la suerte de ser todos y todas un equipo. Eso sí, cada vez hay más mujeres, entre los compañeros tan sólo hay un enfermero» reconoce mientras se refiere a su remuneración económica. «Estamos mal pagadas, es una profesión que ha sido infravalorada. Se ha luchado muy poco, éramos siempre como de segunda. Llevamos tiempo reclamando , pero la crisis ha puesto de manifiesto una realidad muy cruda». Por último , Merche Herrera tiene unas palabras de aliento este 8M muy especiales para sus compañeras de profesión en los centros residenciales que han visto como la Covid sesgaba la vida de muchos mayores. «Ha sido durísimo para ellas. Para todas ellas un abrazo enorme».
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