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20 mujeres que dan voz a todas

20 mujeres que dan voz a todas

Retratos del 8-M. Profesionales, deportistas y artistas posan para nuestras cámaras y reflexionan en clave feminista sobre sus disciplinas

C.O. | M.A.C. | T.C. | R.C.G.

Miércoles, 8 de marzo 2023, 01:51

Todas reconocen que se ha avanzado de manera importante, pero también tienen claro que todavía queda mucho por hacer, porque no hace tanto tiempo que algunas de ellas han vivido situaciones en las que se ha visto cuestionada su profesionalidad porque no creían que por el hecho de ser mujeres pudieran desempeñar una profesión que, tradicionalmente, se había vinculado a los hombres.

Una situación a la que, por ejemplo, tuvo que hacer frente Claudia Muñoz cuando entró a formar parte de un retén de incendios forestales. No se ha sentido examinada por el mismo filtro Alba González, que lleva más de una década reparando maquinaria agrícola en un taller.

Pero a buen seguro que si esta 'encuesta' se hubiese realizado hace treinta o cuarenta años hubiese sido mucho más difícil vincular algunas profesiones o actividades a nombres de mujer. De hecho, no habrá muchos mirandeses capaces de recordar a otra piloto de coches de la ciudad, menos aún que conozcan a alguna aficionada a cortar troncos o a otras que disfruten de su tiempo libre ejerciendo de entrenadora de fútbol.

En algunos casos siguen siendo minoría, pero normalizar sus actividades forma parte de la evolución en materia de igualdad que la sociedad ha mostrado en los últimos años. Aunque todavía falte mucho por hacer cuando se trata de hablar en masculino de tareas que se siguen vinculando sólo a ellas, como puede ser el de cuidadoras de hijos, padres o dependientes, el de limpiadoras y 'titulares' de otros muchos empleos precarizados y minusvalorados. También en ellas recae mayoritariamente la conciliación.

«Estamos capacitadas para hacer cualquier actividad»

  • Se metió en esto por casualidad. Ahora se dedica a los alevines pero hace años llevó al Cronos senior masculino y «nunca me sentí discriminada. Siempre he sentido que se me respetaba por parte de jugadores y de los colegas». Eso sí, hace casi 30 años en Zamora un empleado del polideportivo decía «la señorita no entra en el vestuario de los chicos». El entonces presidente del Cronos respondía «entra porque es la entrenadora», y entró; quedó en anécdota. Lo que más le gusta es enseñar, «transmitir lo que sé». Y a las mujeres les dice «que se sigan derribando barreras, cualquier mujer está capacitada para hacer cualquier actividad».

«Alguna tiene que ser la primera que abra el camino»

  • No supo que quería pilotar coches hasta que se sacó el carnet con 18 años. Su pasión por los vehículos se trasladó al asfalto y, «además de conducir, tengo que arreglar y preparar el coche. También soy comisaria en el circuito». Agradece el apoyo que le han brindado sus compañeros, pero reconoce algún trato diferente en la faceta mecánica, «como si no supiera cambiar una rueda». Aún queda, pero vamos por buen camino, «tenemos que perseguir nuestros sueños porque alguna tiene que ser la primera que abra el camino al resto»

«Debemos decidir por nosotras mismas»

  • El padre de un amigo de su hijo vendía la licencia y «me lancé; pensé que podía ser una buena opción de trabajo entrar en el mundo del taxi». Un mundo en el que se encuentra muy a gusto aunque a veces «los horarios son intempestivos». Le gusta sobre todo «la relación que se tiene con las personas», y le enerva un poco que a veces haya quien solicite un servicio y «cuando llegas no hay nadie». En los doce años que lleva nunca se ha sentido discriminada, «los compañeros me aceptaron muy bien». Su mensaje para las mujeres es que «podemos y debemos decidir por nosotras mismas. Si alguna tiene algo en mente, que se lance a por ello».

«Tenemos que combatir el retroceso de derechos»

  • La defensa de la libertad y de los derechos de las personas era una de sus obsesiones desde niña. Por eso, cuando llegó el momento de matricularse en la universidad, tenía claro desde mucho tiempo antes la carrera que deseaba estudiar. «Ayudar a mejorar la vida de las personas y resolver situaciones que aparentemente no tienen solución, es muy gratificante», asegura. Han pasado los años, y Paloma mantiene intacto su compromiso con la idea de justicia, por lo que no esconde su preocupación por «el alarmante retroceso en el ejercicio de los derechos fundamentales. Tenemos que combatirlo desde todos los ámbitos, públicos y privados».

«Compartir y escucharnos nos hará más libres»

  • En una ciudad con tanta tradición ferroviaria, la opción de ser maquinista siempre suena bien. «Buscaba un trabajo que me diera seguridad y me pareció una buena salida laboral», afirma esta mirandesa, firme defensora del transporte público y del servicio que presta el tren. «Me siento bien cuando llevo a los viajeros al trabajo, al colegio,... cuando me tocan líneas que unen pequeños municipios», destaca. Sobre la lucha feminista, Marina anima «a todas las mujeres a buscar un colectivo o asociación» en el que militar. «Es importante leer, informarse y escuchar a otras mujeres, ya que compartir conocimientos nos hará más libres».

«No hay trabajos de hombres ni de mujeres»

  • Eligió su profesión en el momento que, siendo pequeña, vio a su abuelo desmontar tractores en su taller. «Me gustaba estar ahí, mancharme las manos y desmontar cosas, tenía claro que quería trabajar en esto». Para ella, se trata de disfrutar cada vez que llega un encargo y de someterse a un aprendizaje continuo. «Llevo 10 años y nunca me han hecho sentirme mal ni discriminada, los clientes están encantados. Mi mensaje es claro, no hay trabajos de hombres ni de mujeres, sólo hay trabajos que te gustan y otros que no. Que nadie te diga que no puedes realizar un trabajo físico, demuéstrales que puedes hacerlo igual de bien. Lo único que importa es que hagas lo que te guste y lo que quieras hacer».

«Siempre me he sentido muy bien acogida y me han ayudado mucho»

  • Su formación en mecánica y robótica le llevó a trabajar en Azucarera, donde combina tareas de controladora de sala durante la campaña remolachera con las de mantenimiento de electrocontrol, el resto del año. Dos actividades de las que disfruta porque ambas implican sentirse» útil y tener que pensar para solucionar distintas situaciones y averías. No todo es A, B o C». Y aunque pueda parecer que la suya es una profesión netamente masculina asegura no haberse sentido nunca discriminada en ningún trabajo. «Siempre me he sentido muy acogida y me han ayudado mucho». Además, en Azucarera «hay bastantes mujeres».

«Queremos una vida mejor para las personas»

  • Comenzó a trabajar a temprana edad en limpieza de hogares, «lo único que me daban». Tras pasar por la recepción de una residencia y de una gasolinera, entró al Ejército. Desarrolló su carrera militar en Caballería, fue instructora de carros de combate y armamento pesado. «Actualmente soy coordinadora de almacén del neumático en Michelin. Siempre me he sentido discriminada porque a mis compañeros nunca les pidieron tanta titulación, siempre había una razón para que cobrasen más. El 8M ha de servir para visibilizar nuestro trabajo, para explicar que ser feminista es querer una vida mejor para todas las personas».

«No tengamos miedo a salir de la casilla donde nos ponen»

  • Fue un orientador del instituto el que la enfocó a estudiar Control de Calidad para mecanizado y metal y cree que fue un acierto, porque «me gusta y para esto, sirvo». Aunque cuando empezó, apenas había mujeres. Y lo notó al salir al mundo laboral, con una empresa que quería a los mejores chicos de la clase o un jefe que «no era partidario de contratar mujeres». Pero tiene claro que lo esencial es «no tener miedo a salirnos de la casilla donde nos ponen, aunque nos llamen raras por ello, normalmente lo raro suele ser lo más fuerte y hermoso. Seamos 'raras'».

«Soy feliz en un campo de fútbol; aprendo cada día»

  • Trabaja en el hospital y dedica su tiempo libre a entrenar a un equipo de benjamines del Casco Viejo. «Es un deporte que siempre me ha apasionado pero hasta hace poco no me había animado a sacar el título», afirma Marieta, que lleva solo unos meses en Miranda. Los banquillos la han ayudado a integrarse en la ciudad y a hacer nuevas amistades. «Cuando entreno soy feliz y no hay un solo día en el que no piense ideas nuevas para mejorar», asegura. Por eso, invita a lanzarse a todas las mujeres que les gusta el mundo del balón pero «que todavía tienen un poco de miedo a los prejuicios» porque «se disfruta y aprende mucho». Ella cuenta con el apoyo de los compañeros del club y de trabajo, que cuadran los horarios para que pueda entrenar.

«A lo mejor una empresa externa no te contrataría»

  • Aprendió el oficio con su padre y ha acabado de autónoma, con un empleado. «Hago de todo: cimientos, alicatar, embaldosar, tabiques, tejados, pladur, tarima... Es un trabajo bonito, no estás en una oficina y lo que haces se ve a lo grande». Pero Sonia tiene claro que, si su padre no se hubiese dedicado a esto, el camino habría sido más complicado: «A lo mejor una empresa externa no te contrataría porque creen que no vas a funcionar como un chico, y en realidad depende de la persona y no del género. Eso sí, en los últimos años noto que tienen más confianza en mí, no sé si será porque las cosas cambian o porque tengo más edad y experiencia».

«No hemoshecho más que trabajar y trabajar»

  • Enseña mecánica y electricidad y en el IES Río Ebro donde se siente «una más»; pero no en todos los trabajos ha sido así. Empezó en retenes de incendios forestales y ahí sí notó que ponían en duda su capacidad. Era la única mujer en todo Ávila y «ahí tuve bastante problemas. Sobre todo porque te ven inferior. En las ramas técnicas, donde casi todos son hombres alguna vez sí que he oído algún comentario un poco machista y esas cosas hay que pararlas». Muy bien acogida se ha sentido siempre en su pasión por 'partir troncos'. «Yo creo que les gusta que no todos sean chicos. Les llama la atención».

«Nunca he creído que el mío fuera un gremio de hombres»

  • Siempre le había llamado la atención la posibilidad de ser chófer pero por diferentes circunstancias le costó dar el paso, hasta que un día decidió dar un nuevo enfoque a su vida. Ha sido pionera en la ciudad, ya que durante años solo había dos mujeres en su empresa. «No lo considero un trabajo de hombres y no hay razón para establecer diferencias por sexo en este gremio», afirma Conchi, que conserva su vocación. «Sigo disfrutando mucho de mi trabajo porque me siento realizada y tenemos buen ambiente laboral. Nunca he tenido problemas para la conciliación familiar», matiza.

«Nilofar bayat dio una gran lección de dignidad»

  • «Este trabajo me ha acercado a mujeres muy interesantes -dice Silvia, de EL CORREO-, como Nilofar Bayat, la activista y jugadora de baloncesto en silla de ruedas afgana. Una gran lección de dignidad».

«Nos han ocultado la sororidad»

  • La vida musical de Mónica Durán ha pasado por dos fases. En la primera, rockera; en la segunda, estudiante de conservatorio y cantante de jazz. Dos caras de una mujer que, si bien reconoce que su experiencia en ámbos ámbitos es buena, es consciente de que los clichés abundan. Desde ese que apunta a que tener una cantante guapa da más puntos en un concurso musical, hasta ese otro que asocia a las féminas el papel de vocalista pero no al de baterista o saxo. «En el jazz ya se ven algunas instrumentistas y empiezan a aparecer referentes femeninos», cuenta Durán a quien «la madurez» le ha descubierto la sororidad. «Creo que nos la han ocultado intencionadamente durante muchos años».

«¿Tú Qué vas a saber de competir si eres chica?»

  • La pequeña María vio una peli de esas de duelos a espada y, decidida, le dijo a su madre que quería apuntarse. «Empecé en un grupo con todo chicos mayores. Pensé '¿dónde me he mentido?' pero me encantó y seguí», rememora. No se le ha dado mal. Ha competido con la selección española y es un referente en la esgrima vasca y nacional. Pero el suyo es uno de esos deportes masculizados y ha soportado algún comentario casposo. «Tengo uno grabado. Un señor me dijo '¿tú qué vas a saber lo que es la competición si eres chica y encima eres una niña?'». Las cosas han cambiado poco a poco pero «tenemos que seguir en el empeño aunque nos digan que no podemos».

«Podemos cubrir cualquier puesto»

  • «Todas estamos llamadas a cubrir cualquier tipo de puesto. Tenemos la capacidad, las ganas y el saber hacer suficiente para enfrentarnos a lo que sea». Carmen Cotelo es la Fiscal Jefa de Álava desde mayo de 2022 pero ha puesto voz al ministerio público desde hace tres décadas. En la carrera judicial las mujeres hace tiempo que ya no son minoría, pero sabe que fuera de ese mundo «aún queda mucho por recorrer porque, por ejemplo, en este territorio no hemos tenido una diputada general». Sin haber tenido que renunciar a nada, admite haber retrasado presentarse a la jefatura «para cuidar y eso a un hombre no le pasaría».

«Se está superando el rol de la mujer cuidadora»

  • En su profesión los que son minoría son ellos. Lo eran más hace 28 años, cuando Marian Hernández empezó a ejercer. Entonces, «los uniformes eran rosas y los chicos llamaban más la atención». Ahora se ven más «porque se está superando el rol de la mujer cuidadora, también a nivel social». En vísperas del 8-M, esta mujer que quería estudiar Fisioterapia pero descubrió su vocación el primer año de Enfermería, recuerda con orgullo que sus padres siempre la animaron a estudiar lo que quisiera. «Ya sean chicos o chicas, hay que apoyar a los hijos en sus elecciones de futuro. Y transmitirles que pueden hacer lo que decidan».

«Llevo con humor que me llamen Legolas»

  • Nada es sencillo en la práctica del tiro con arco aunque lo parezca. Ni es fácil abrir, ni que la flecha vuele, ni mucho menos acertar en el blanco. Como bien sabe Ainhoa Santamaría, «esto más que fuerza es física pura y dura». La gravedad, la intensidad del viento, el ángulo... todos son factores que ella combina en su cabeza mientras tensa y busca su objetivo con la mirada. Tiradora profesional, lleva «con humor que algunos me llamen Legolas o Robin Hood» y eso que lo suyo es serio: «El año pasado estuve en el mundial, compitiendo en la modalidad Bosque 3D y quedé en el puesto 11 que para ser mi primer mundial es para estar satisfecha», cuenta orgullosa esta mujer que en 2021 se hizo con el campeonato de España en 'long bow'.

«Algunos dan por hecho que por ser mujer soy la camarera»

  • Desde los 16 años Sonia Muiño trabaja ligada a la hostelería. Primero en restaurantes y bares de otros y desde 2020 en el suyo. El Dolar suma 9 «empleados y empledas» que ella ficha «por su valía, sin mirar si son chicos o chicas». Acostumbrada a tratar con todo tipo de clientes y proveedores aún hay quien al entrar le pregunta aquello de «¿Puedo hablar con el encargado?». Son «hombres de cualquier edad» que dan por hecho que «por ser mujer soy la camarera». Pero no, ella es la dueña, la jefa, la que toma todas las decisiones. Pasará el 8-M trabajando para sacar adelante su proyecto y sabiendo que «las mujeres podemos hacer lo que queramos».

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